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El fuego de la ferretería no dañó los pisos vecinos, según la primera inspección

La empresa contratada por el Ayuntamiento concluyó ayer la retirada de los escombros y tapiará el edificio por la Gran Vía y por la calle Comercio

Las máquinas trabajando ayer en las labores de desescombro en la calle Comercio de Ribadesella. P. M.

El arquitecto que el sábado examinó el edificio incendiado en Ribadesella y los colindantes determinó que, "en principio, no hay nada dañado en las fachadas y en las estructuras" de estos dos inmuebles, como explicó el concejal de Seguridad Ciudadana, Enrique Gancedo, de Foro Asturias. Se trata de los números 17 y 21 de la calle Comercio, los que flanquean la ferretería de Rodrigo Pérez, que a primera hora de la tarde del pasado viernes ardió junto a las dos viviendas de la parte superior. El establecimiento está en el número 19 de esta céntrica calle riosellana y tiene entrada también por la Gran Vía.

La retirada de los escombros tras el derrumbe del edificio comenzó en cuanto los bomberos dieron el incendio por controlado, pero la empresa contratada por el Ayuntamiento para realizar esta tarea no pudo concluirla hasta ayer. Gancedo apuntó que también ayer se esperaba la visita de los peritos del seguro y que se prevé tapiar el edificio por los dos lados.

El incendio que ha conmocionado a la sociedad riosellana y a los muchos visitantes a los que acoge en esta época del año obligó en la tarde del viernes a desalojar a unas ochenta personas entre los tres bloques de viviendas y el bar "Bergantín", por el lado de la Gran Vía.

El Ayuntamiento gestionó entonces la reserva de más de treinta habitaciones de hotel para que estas personas pasaran la noche y Gancedo apuntó ayer que en uno de los edificios, en el número 21, de color verde, "ya hay gente viviendo". Estas personas ya podían haber regresado a su casa el sábado, pero se les aconsejó que no lo hicieran por la presencia de polvo y suciedad tras las labores de extinción y desescombro. El otro edificio, de color blanco, en el número 17, pertenece a los mismos propietarios de la ferretería y se alojaron con familiares. Algunos incluso regresaron a Oviedo, ciudad donde residen habitualmente. Los habitantes de estas viviendas todavía no se han instalado de nuevo, pues aún sufren alguna consecuencia, como el gas cortado.

El incendio ha sido el tema de conversación en la villa desde el pasado viernes y no cesan los elogios y agradecimientos hacia los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, que en diez minutos evacuaron cuatro edificios de forma que, pese a las dimensiones que alcanzó el fuego, no hubo que lamentar daño personal alguno.

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