Los feligreses de Espinaréu tuvieron ayer la oportunidad de conocer al que será su nuevo párroco a partir del mes de septiembre. Se trata de Recaredo Engonga, sacerdote de origen guineano formado en Italia y que desde el año 2008 había estado al cargo de varias parroquias primero en Llanera y durante los últimos cuatro años en Allande, y que ayer ofició la misa de las fiestas de Nuestra Señora de las Nieves para tomar contacto con los vecinos.

El propio Engonga, que también se encargará de otras parroquias piloñesas como Sellón, Pintueles, Cadanes o Valle, mostró su satisfacción por el traslado a Piloña y no escatimó en elogios hacia la conservación de los templos locales. "De lo que he visto hasta ahora me he dado cuenta de que las iglesias y capillas están todas muy bien cuidadas", apuntó el sacerdote, que además dijo estar "supercontento" después de dejar atrás sus ocupaciones en un concejo en el que tenía que recorrer muchos kilómetros diarios para atender todas las parroquias.

En los oficios religiosos participó también el hasta ahora párroco de Espinaréu, Rubén Pulido, que fue el encargado de presentar a su sucesor y no escatimó en elogios. "Se nota que el Arzobispado tiene muy en cuenta esta parroquia porque nos manda a un sacerdote muy formado al que nos podemos dirigir hasta en cuatro idiomas si hace falta", indicó Pulido, que puso como prueba del buen hacer de Engonga el aprecio demostrado por sus hasta ahora feligreses. "Tan bien lo ha hecho hasta ahora que en Pola de Allande están recogiendo firmas para pedir que se quede y la iniciativa está hasta apoyada por el alcalde", señaló sobre su colega al que presentó como "un invitado especial" para las fiestas patronales.

Estos halagos fueron respondidos con humor por Recaredo Engonga. "Cuando hablaba de un invitado especial pensé que se refería a Jesús", apostilló, para poco después dedicar su primera homilía en Espinaréu a la Virgen María, que en el caso de la localidad piloñesa recordó que "es conocida como Nuestra Señora de la Nieves".

Esta presentación levantó una gran expectación entre los vecinos, que fueron desfilando poco a poco antes de los oficios religiosos por la iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Nieves para presentarse personalmente al nuevo párroco y desearle suerte para esta nueva andadura. "Da igual que sea negro ni blanco, lo importante es que sea atento y tenga la iglesia como se merece", coincidieron en señalar varias feligresas que formaban un corrillo a la entrada del templo minutos antes de los oficios.

Tampoco faltaron a la cita los representantes políticos. En este caso, la misa contó con la asistencia del alcalde de Piloña, el socialista Iván Allende, que ya conoció personalmente al nuevo sacerdote de Piloña en las recientes fiestas de Valle y participó también de manera activa en la procesión junto al alcalde de barrio, Norberto Álvarez, recorriendo los estrechos caminos que comunican las casas de la localidad.