Qué son los odonatos, qué come un tricóptero o dónde vive un plecóptero fueron algunas de las cosas que aprendieron la veintena de chavales que participó en el taller de identificación de macroinvertebrados bentónicos en la Casa de Cultura de Cangas de Onís. El curso fue impartido por seis voluntarios y dos monitores de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) en Parques Nacionales, con el objetivo de concienciar a las familias de cómo afecta el cambio climático a los ecosistemas de montaña, explicó el coordinador Víctor Manuel Irigoyer.
Los voluntarios, que esta semana trabajan en un muestreo en los ríos Sella, Cares y Duje, hicieron un alto para explicar a los más pequeños la labor de estos animales "que viven filtrando el agua y permiten saber si ésta está contaminada". Tras la charla teórica, jóvenes como el ovetense Lucas Ordóñez tuvieron un primer acercamiento a los macroinvertebrados a través de la pintura de láminas aunque el momento más emocionante fue la observación con lupa de ejemplares vivos, según explicaron Lola Fernández y Elena Prieto, asistentes de 10 y 12 años respectivamente, que en el futuro esperan ser veterinarias "para ayudar a los animales".
Su compañera Alba González, de 11 años, también quedó encantada con el taller y decidió que lo suyo es la biología marina. Las tres forman parte del campamento de verano de Cangas de Onís y acudieron acompañadas por el monitor Luis Miguel Solís.
Con ellas iba Mónica Quirós, que aunque de mayor quiere ser fiscal, no desaprovechó la oportunidad de aumentar su conocimiento sobre los macroinvertebrados. "Algunos compañeros optaron por pasar la mañana jugando a fútbol pero a nosotras nos parecía más interesante esto", apuntaron asistentes como Edurne del Dago y Nerea Llano, de 9 y 12 años, respectivamente.
