De entre todos los caminos que se pueden tomar para alcanzar un sueño existe uno en Ribadesella que une la calle Transmarina con la Villar y Valle pero que llega, como ha escrito el actor Saturno Cerra, "hasta el infinito". Se trata de la "Escalera de colores", un proyecto colectivo en el que decenas de vecinos han pintado un escalón y han dejado una frase para el recuerdo.

Invitados por el fotógrafo local Jonathan Hevia, los riosellanos han ido poco a poco revistiendo la escalera de ilusión y ayer la inauguraron con el descubrimiento de una placa en la que se explica, en tres idiomas, en qué ha consistido el proyecto. El resultado es una escalera "muy reflexiva y muy del corazón", describió Hevia, muy contento por "la implicación que hubo y el éxito y la repercusión que está teniendo".

Al acto de inauguración asistieron figuras como el sextacampeón del Descenso Internacional del Sella Walter Bouzán o el cocinero portador de una estrella Michelín Jaime Uz. El piragüista, que escribió "Entrena para que las excusas no te ganen", no dudó en hacerse una foto junto a la pequeña Marta Barbas, quien practica este mismo deporte y dejó para la posteridad un aviso repleto de ilusión: "Algún día ganaré el Sella".

La escalera comenzó a pintarse a finales de junio y Hevia tenía claro desde el principio que el último escalón era para la alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández Román, de Foro Asturias, quien eligió una frase de Camilo José Cela: "Y se acercaron a la mar de Ribadesella para verla verdear y suspirar". El gobierno local ha apoyado el proyecto tanto en su coste inicial como en el mantenimiento y la promoción y la regidora añadió que la iniciativa forma parte "de las atracciones turísticas que ya se ofrecen en el concejo".

Destacó, además, que "ha servido para recuperar una zona muy emblemática de la villa, un espacio muy bello y poco conocido". Hevia coincidió en esta doble misión de su proyecto, que no será ni mucho menos el último. "Por un lado es un sitio que invita a reflexionar y que te carga las pilas y por otro da a conocer uno de los barrios más bonitos de Ribadesella, si no el que más".

El fotógrafo invitó a los empresarios locales a elaborar merchandising de la "Escalera de colores" y lanzó la propuesta de que lo recaudado -a voluntad de cada uno- se destine a necesidades sociales. Sea como fuere, el espíritu de la escalera permanecerá al igual que lo hace la memoria de personas como el fallecido David Mateos, "Puru", cuyo padre, Javier Mateos, escribió en su recuerdo: "Hasta una patada en el culo te echa p'alante".