Marta Tuñón Fernández tuvo claro desde pequeña que lo suyo era trabajar como policía. A sus 21 años, esta estudiante de Criminología no sólo ha cumplido su sueño sino que ha hecho historia al convertirse en la primera becaria de la Policía de Cangas de Onís. Lo hace bajo la supervisión del cabo Juan Luis López y a las órdenes de su tutor Arturo Gutiérrez. El balance no puede ser más positivo. "Gutiérrez es jurista y criminólogo así que es un lujo trabajar con él, cada día aprendes cosas nuevas", cuenta la joven, natural de Las Regueras.

Trabaja durante todo el verano a turnos de mañana, tarde o noche, hasta completar las 300 horas necesarias para convalidar las prácticas de su carrera y lo hace perfectamente integrada entre los 19 miembros de la plantilla, 9 de ellos auxiliares interinos. No puede "entrar en acción", pero acompaña como observadora: controles de tráfico, robos, peleas, desmantelamiento de chiringuitos ilegales a la vera del río Sella... Nada se le escapa. Pero en lo que más trabaja más en el ámbito de prevención del delito mediante la elaboración de estadísticas para priorizar la presencia policial en los "puntos calientes".

Ya ha hecho informes de mejora de señalización y seguridad vial en el casco urbano de Cangas o perfiles sobre delincuentes viales, entre otros. A punto de concluir sus prácticas, la joven ha llegado a la conclusión de que "es difícil ser policía en un sitio pequeño donde todos se conocen y donde te requieren para tareas de lo más variadas", explicó Tuñón, que acaba de finalizar el 3º curso de Criminología en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

La joven, que empezó la carrera porque aunaba sus grandes pasiones: psicología, criminalística y derecho, lamenta que no existan estudios reglados en Asturias y que a diferencia de países como EE UU "el papel del criminólogo no esté suficientemente valorado". Como la mayoría de sus compañeros de carrera sigue series como "Mentes Criminales" o "CSI" aunque matiza que la criminalística sólo es una rama de la criminología que determina quién y cómo cometió el delito y que la suya es una labor más amplia, que también se centra en la víctima y en la labor de prevención. "No entramos tanto en laboratorio, eso es más bien tarea de forenses", aclara Tuñón. Especializarse en delitos relacionados con las drogas o el yihadismo islámico son algunas de sus pretensiones de cara al futuro. "Viendo los periódicos últimamente parece que trabajo en este país no va a faltar de lo mío", concluye.