El equipo de gobierno de Ribadesella ha reclamado al Gobierno autonómico la construcción de un espigón exterior, a la altura de la antigua cetárea local, que permita a las embarcaciones entrar y salir del puerto "con seguridad" y aumentar los días de trabajo de los pescadores, cuya actividad está muy condicionada por las mareas. Según indican las autoridades riosellanas, de Foro, en la alegación que han presentado al plan territorial especial para la Estrategia Integrada de Gestión Portuaria Litoral del Principado de Asturias (EIGPLA), en tramitación, resulta necesario abordar la que consideran una de las "principales problemáticas" del puerto local: las deficientes condiciones de seguridad en la entrada y salida de la barra.

Tal y como vienen denunciando desde hace años los pescadores y los titulares de embarcaciones de recreo, la conjunción de las mareas y la barra de entrada hace que el acceso al puerto de la villa de Agustín Argüelles sea peligroso, ya que las olas rompen donde hay menos agua (en la barra) y estos golpes de mar pueden ser fatales para las embarcaciones. De hecho en los últimos años se han registrado varios accidentes. Para solventar el problema, el Ayuntamiento y los marineros reclaman desde hace años la construcción de un espigón exterior. Ahora, los dirigentes locales aspiran a que el EIGPLA recoja "expresamente" esta problemática.

Hay más peticiones: el Ayuntamiento indica en su alegación que la necesidad de establecer un espacio único, con sus correspondientes pantalanes, para que todas las empresas de turismo activo puedan hacer uso de él para el embarque y desembarque de sus clientes, evitando así "la proliferación de embarcaderos y casetas auxiliares que comprometerían la imagen portuaria y urbana de Ribadesella". Por ello, a expensas de determinar la ubicación de esa área de embarque, el equipo de gobierno solicita que se elimine del plan portuario-litoral la zona de uso de marina seca o varadero que aparece en el entorno del puente de la ría y que se califique ese espacio como "de uso de atraque o atraque terrestre".

Además, el EIGPLA califica casi todo el espacio terrestre de la zona del puerto deportivo como de uso náutico-deportivo, cuando la mayor parte del mismo está en realidad ocupado por plazas de aparcamiento. En consecuencia, el uso debería ser de infraestructuras viarias, según las autoridades riosellanas.

Asimismo, las autoridades locales proponen excluir de la zona portuaria-pesquera incluida en el plan portuario-litoral los "ámbitos urbanos propiamente dotacionales", como las calles Marqueses de Argüelles, Manuel Caso de la Villa y Coronel Bravo y buena parte del paseo Princesa Letizia. Más: el documento autonómico incluye la nave de Angulas Delfa como de uso industrial, pero su actual actividad "poco o nada tiene que ver con la concesión otorgada en 1966", señala la alegación, firmada por la alcaldesa, Charo Fernández Román Además, el Servicio de Puertos ya ha iniciado el rescate de esa zona, que debería por lo tanto señalarse como de uso dotacional, según los mandatarios riosellanos.

El Ayuntamiento solicita también que se concreten las inversiones y obras de conservación a ejecutar en las instalaciones portuarias relacionadas con la actividad profesional, como la lonja o los almacenes de los pescadores. Ello porque, a pesar de que esas instalaciones dependen orgánicamente de otra consejería en cuanto a su uso, "forman una parte inseparable del puerto y como tales debieran ser tratadas y consideradas", recoge la alegación.