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Un riosellano da la vuelta a Asturias por la ELA

José Luis López Somoano recorrió 502 kilómetros con sólo una mochila de diez kilos para recaudar fondos contra la enfermedad

Somoano, tercero por la izquierda, con familiares y amigos, en Ribadesella. P. M.

Un hombre, una mochila con alimentos y diez kilos de peso y un reto por alcanzar: dar la vuelta a Asturias para recaudar fondos contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). El riosellano José Luis López Somoano tardó cuatro días en hacer este "Maratón Astur" diseñado por él mismo para que su superación se convirtiera en esperanza para quienes padecen la enfermedad.

Salió de Ribadesella el pasado martes y regresó a su villa natal el sábado por la tarde para apenas descansar un día, ya que el domingo subió nada menos que al Angliru, una prueba de fuego que superó con gran satisfacción. En su primera jornada López Somoano corrió hasta Cudillero, 124 kilómetros en una jornada que fue "de las peores. Hubo mucho desnivel, subí cinco puertos de carretera y fue tanto el esfuerzo que tuve una bajada de tensión al finalizar la etapa", narra el deportista. Si el resto de por sí ya es difícil, el riosellano se lo planteó "en autosuficiencia", sin apoyo externo ni hacer paradas para comer. Con él llevaba una mochila de diez kilos de peso en cuyo interior sólo guardaba unos batidos de proteínas y productos similares, su único alimento durante los cuatro días. Únicamente en los diez kilómetros finales de cada etapa el corredor estuvo acompañado por amigos o por Luis Seoane, quien le asesoró en los temas de alimentación. Esta primera noche la pasó en un albergue de peregrinos, al igual que la segunda, pero durante la tercera no durmió, sólo descansó algunos ratos por el camino y la cuarta ya la pasó en su casa riosellana.

El segundo día corrió desde Cudillero hasta Tineo, 101 kilómetros y una etapa "de las más entretenidas", asegura, pues discurrió en gran parte por el monte y el riosellano se lo pasó muy bien a lo largo de las doce horas que estuvo trotando, antes de pernoctar en otro albergue de peregrinos. El tercer día completó el tramo entre Tineo y Pola de Lena, 126 kilómetros "bastante duros", pues tuvo que salvar dos desniveles muy grandes "y desde la mitad del recorrido hasta el final fue todo una subida". No tuvo tiempo de pararse a saludar a los plantígrados, pero López Somoano recorrió en esta jornada la turística senda del Osos para llegar finalmente a la capital lenense.

A esta altura del reto al riosellano le salió una tendinitis aguda en una rodilla pero, lejos de tirar la toalla, evitó un duro puerto que tenía en Laviana y un amigo le desplazó en coche hasta Nava. Esa fue la noche que no durmió, sólo descansó "un rato en un cajero, porque hacía mucho frío y poder descansar, tomar un batido, entrar en calor y seguir", describe el corredor. Salió de Nava hacia Ribadesella y en Arriondas hizo una pequeña parada para que se sumara un grupo de corredores y amigos, que completaron con él esos últimos diecisiete kilómetros.

Por si esto fuera poco, se levantó el domingo con fuerzas suficientes para integrarse como corredor en la carrera "El Angliru, vuelta al infierno", cuya organización le donará la mitad de lo recaudado después de cubrir gastos. Fueron 2 horas y 10 minutos para 13 kilómetros y un desnivel hasta del 28 %, pero el riosellano, que además recibió donaciones particulares, salió airoso y ya trabaja en la carrera que el 29 de noviembre organizará en Ribadesella con el mismo objetivo, luchar contra la ELA.

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