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Una vecina de La Franca sufre inundaciones por la autovía en su casa cuando llueve

"Es una vergüenza, en 72 años jamás había entrado aquí el agua", denuncia María del Carmen Mirón, que ha tenido que tirar todo el mobiliario

María del Carmen Mirón Gómez, ayer, en su casa de La Franca tras la última inundación, el lunes. EMILIO G. CEA

El final de las obras de la autovía del Cantábrico a su paso por el concejo de Ribadedeva no ha traído nada más que problemas a María del Carmen Mirón Gómez. Desde su conclusión, esta mujer tan sólo ha sufrido quebraderos de cabeza por los problemas de la centenaria casa de sus antepasados situada en el barrio de Las Arenas, en La Franca. El inmueble, junto a la carretera nacional 634, se inunda cada vez que la lluvia arrecia con fuerza ante la impotencia de su dueña. La casa, asegura, jamás había sufrido este problema.

La última inundación tuvo lugar el pasado lunes. María del Carmen Mirón había ido a su casa a pasar el día (en la actualidad reside en otro domicilio en Ribadedeva), cuando las fuertes lluvias acaecidas a primera hora de la mañana por espacio de aproximadamente treinta minutos, inundaron la vivienda. "Estaba viendo la televisión y un periquete se llenó todo de agua. No me dio tiempo a reaccionar", explica. La planta de abajo del inmueble donde se encuentra una habitación, un recibidor, una sala de estar y una cocina se convirtieron, en cuestión de minutos, en una pequeña piscina. "Lo que está ocurriendo aquí en una vergüenza. Tengo 72 años y hasta hace tres, coincidiendo con las obras de la autovía, jamás se había inundado la casa", explica. Mirón Gómez asegura que si no llega a estar allí en ese momento no se hubiera enterado de la inundación hasta días después, pues se trata de la única casa que sufre este problema en el barrio de Las Arenas. "El edificio es muy antiguo. Las paredes se hinchan con el agua y tengo miedo de que la casa sufra problemas estructurales por las inundaciones", señaló.

La llegada de los bomberos ayudó a la propietaria a achicar el agua que superó los treinta centímetros de altura. "Se comportaron de manera excelente", manifiesta. La mujer no duda en asegurar que la causa de que su vivienda se inunde cada vez que llueve con intensidad, está relacionada con las obras de la autovía. El inmueble se encuentra a escasos metros de una de las dos rotondas del nudo de La Franca. "La curva que conecta la carretera nacional 634 con la rotonda está mal hecha. Han dejado una subida que, cuando llueve, se convierte en un río que desemboca en mi casa", explica. Junto a la vivienda se localiza una canalización de agua que, según la propietaria, no sirve para nada. "Debe de estar atascada, pues por ahí no pasa ni una gota de agua", dice.

Cansada de que su casa se convierta en una piscina cada vez que llueve, esta vecina de La Franca pide una solución urgente a las autoridades competentes. Tras la penúltima inundación tuvo que cambiar la totalidad del mobiliario de la primera planta. En esta ocasión lleva el mismo camino. Para que quede constancia de lo ocurrido, ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil. La propietaria asegura que exigirá al Ministerio de Fomento una solución urgente.

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