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Los primeros meses del nuevo gobierno local

Llanes, en busca de la normalidad política

Los miembros del cuatripartito afirman que han tenido que centrar hasta ahora la mayor parte de sus esfuerzos en poner "orden en el caos" que dejaron tras de sí los socialistas

A falta de un sabio Frestón a quien señalar, en política la culpa siempre es del otro. Y en Llanes, más, si cabe. Ciento cuarenta y tres días se cumplen hoy desde que el cuatripartito, que integran Foro, Vecinos X Llanes, PP e IU, arrebatara el poder al PSOE local, tras ejercerlo esta última formación con sucesivas mayorías absolutas durante veintiocho años. ¿A qué han dedicado sus esfuerzos los nuevos mandatarios llaniscos? La respuesta depende del interlocutor. Mientras que los gobernantes afirman que a poner "orden en el caos" que habían dejado tras de sí los socialistas y a buscar la "normalidad política", estos replican que a poco más que a repartirse "cargos y sueldos" y a actuar como "oposición de la oposición", dejando a un lado el gobierno del concejo.

El ejecutivo que encabeza Enrique Riestra (Vecinos X Llanes), asegura que ha tenido que afrontar el día a día de la administración de la cosa pública sin apenas planificación, ni medios.

Porque, en realidad, "nunca hubo un traspaso de poderes" y porque está trabajando "con un presupuesto heredado". El cuatripartito afirma que encontró un ayuntamiento yermo, "sin papeles ni expedientes". Foro, Vecinos X Llanes, PP e IU no hallaron ayuda alguna en los anteriores mandatarios locales y se vieron obligados a enfrentarse al verano (asumieron el poder el 13 de junio), por ejemplo, sin bolsa de empleo para contratar agentes de la Policía Local, sin el servicio de salvamento y socorrismo cerrado y, encima, sin preparación alguna para la llegada al concejo de más de 3.000 personas que participaron en la reunión anual de la Federación de Asociaciones de Mayores de Asturias (FAMPA).

Fue como "pasar de cero a mil en un día", reconoció la primera teniente de alcalde, Marián García (Foro), puesto que, además, hubo que afrontar asuntos delicados, como buscar aparcamientos en el entorno de varias playas, revocar el contrato de la grúa municipal (un informe interno concluyó que la adjudicación realizada por los socialistas contravenía la legalidad vigente) o renovar contratos y suministros como el de la luz o el seguro de los trabajadores municipales. "Trabajamos a trompicones, mientras recibimos a decenas de personas, algunas de las cuales nos trasladan problemas que tienen con el Ayuntamiento desde hace diez o quince años", señaló García.

Así que no ha habido tiempo "para casi nada". O sí, porque el cuatripartito ha cumplido dos de sus principales promesas electorales. La primera, según destacó Juan Carlos Armas (PP), desechar el polémico Plan General de Ordenación de Llanes (PGOLL), que planteaba la construcción masiva de segundas residencias en el concejo. Y la segunda, bajar los impuestos, aunque "no pudimos ser en este asunto todo lo agresivos que hubiéramos deseado por prudencia", señaló el Alcalde, en referencia al temor del equipo de gobierno a posibles indemnizaciones por asuntos como el denominado "caso Kaype", que incluyó la concesión de licencias municipales ilegales por parte del anterior gobierno para ampliar un hotel en primera línea de la playa de Barru. "La bajada de impuestos ha sido una llamada de atención de por dónde queremos ir", añadió.

En cuanto a las presuntas irregularidades observadas en la actuación de algunos de los anteriores dirigentes socialistas y denunciadas ante la fiscalía (ayudas irregulares y supuestas malversaciones de fondos) señaló que no son en ningún caso "ataques personales", sino que se centran en la "forma de actuar", en su opinión, irregular, de anteriores mandatarios locales.

Riestra añadió que a partir de ahora y, sobre todo, cuando se aprueben los presupuestos municipales para 2016 (el cuatripartito ya está trabajando en ello), llegará la hora de gestionar, de planificar y de aplicar políticas propias. "Hasta ahora hemos estado atados de pies y manos y hemos tenido que tirar con lo que hay", subrayó el regidor.

El alcalde llanisco resaltó que quizá la tarea más destacada de cuantas ha afrontado su gobierno hasta ahora haya sido cambiar el "modus operandi" en el Ayuntamiento. En este sentido se mostró satisfecho porque los vecinos empiezan a cambiar el chip y a "entender que el Ayuntamiento es la casa de todos, y no sólo de unos pocos", y perciben "más cercanía" y que "todos tienen las mismas oportunidades y los mismos derechos", por ejemplo, a la hora de acceder a empleos públicos.

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