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La Coral Cima de Parres se queda muda

La agrupación, sin director ni presidente, cesa su actividad por desencuentros entre algunos de sus componentes y plantea una reunión para limar asperezas

La Coral Cima de Parres, tras una actuación en Gijón, el año pasado. REPRODUCCIÓN DE CRISTINA CORTE

La Coral Cima de Parres está sin voz. Los desencuentros entre algunos de sus casi 30 componentes han provocado un parón en la actividad de la agrupación, que en marzo cumpliría dos décadas de intachable trayectoria.

El que fuera su presidente, Jorge Martínez -que rechazó hacer declaraciones a este periódico-, manifestó el pasado mayo su intención de abandonar la directiva. Por responsabilidad corporativa permaneció en el cargo hasta acabar el curso, allá por finales de julio. Tras las vacaciones, la agrupación mantuvo una tensa reunión a mediados de septiembre con el fin de retomar la actividad, en la que el presidente revocó su intención de dimitir.

En un primer momento estaba previsto que tomara las riendas una junta directiva encabezada por el coralista Justo Manzano, pero las desavenencias surgidas en el seno de la agrupación lo hicieron echarse atrás y abogar por un periodo de reflexión. Se abrió un plazo entonces para presentar candidaturas hasta el 15 de octubre, que se prolongó sin que nadie quisiera hacerse cargo.

A este hecho hay que añadir el que varios de los miembros hubieran acordado reemplazar a la entonces directora, Begoña Estrada, por entender que tras casi una década con la coral, había cumplido un ciclo y era necesaria una renovación. Sin presidente ni directora, la coral, que cuenta con dos discos de música sacra y cancios asturianos en el mercado, dejó de ensayar y faltó a eventos como el 6.º Certamen de Habaneras coincidiendo con el Certamen de la Castaña de Arriondas.

Algunos componentes como Paqui Bautista hicieron un llamamiento "para arrimar el hombro y recuperar un colectivo que a Fina Castellnou le costó tanto sacar adelante". Todo parece indicar que los coralistas están por la labor de reunirse para limar asperezas y retomar su actividad de cara a comienzos del próximo año.

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