La Guardia Civil ha sorprendido a un pescador furtivo de 53 años, A.B.G., con casi cuatro kilos de angula de la ría de Ribadesella. En concreto, cuando fue localizado por agentes del Seprona llevaba 3.970 gramos de angula, que habían sido pescados en una zona próxima a la localidad de Junco.

El destino de la angula era la venta directa de la misma a un establecimiento público de la localidad, según indican desde la Benemérita en nota de prensa.

Este sábado se ha procedido a tomarle manifestación "en calidad de investigado no detenido" por un supuesto delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos.

Los hechos comenzaron cuando en la mañana del día 11 de febrero, integrantes de la Patrulla del Seprona de Panes, perteneciente a la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón, interceptaron a un vecino de Ribadesella cuando se dirigía hacia un establecimiento comercial de la localidad con la intención de vender casi cuatro kilos de angula, que había pescado en la noche anterior en la ría.

Sobre esta persona la Guardia Civil ya tenía sospechas de que pudiera estar realizando labores de pesca furtiva, por lo que ya le seguía la pista dado que carecía de la correspondiente licencia o título administrativo para la realización de esta actividad.

Del total de la angula incautada, 3.770 gramos era de angula viva y 200 de angula muerta. La angula viva fue devuelta a la ría y la angula muerta fue entregada a un establecimiento benéfico de la localidad riosellana.

Igualmente y cumpliendo la normativa, se procedió a la incautación de los útiles empleados para la pesca, es decir un cedazo y dos cajas de plástico rígidas.

Las diligencias serán entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas de Onís, así como se remitirá la correspondiente denuncia a la Dirección General de Pesca Marítima del Principado de Asturias.