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Personajes de Cangas de Onís

"Buta", deportista de altura

Pese a su corta estatura, 1,64 metros, José Ramón Sierra González fue portero titular del Cánicas, donde destacó por su agilidad felina

José Ramón Sierra González, "Buta". J. M. CARBAJAL

"Buta" o "Butanín" son los cariñosos motes con los que buena parte de los cangueses conocen a José Ramón Sierra González, un apodo que le viene de cuanta ejercía como repartidor de bombonas de butano (en la empresa Comercial Marcos) por Cangas de Onís y otros concejos limítrofes, incluso por la zona leonesa de Sajambre. Aquel alias aún perdura, pese a dejar aquella actividad del gas a principios de los noventa del siglo pasado, quedando solapado para siempre a su figura y personalidad.

Natural de Mestas de Con (Cangas de Onís), hijo de José Sierra y Juanita González, se crió desde niño con Ramón Marcos y Carmen González. Estudio en el Vázquez de Mella y en el Instituto Rey Pelayo. Con 16 años ya empezó a distribuir bombonas por la ciudad canguesa, junto a "Juanchi" Martínez, entre otros, con un pequeño carro. Eso sí, también en más de una ocasión descargó camiones de sacos de cemento para el ferretero José Luis Blanco, con Balmori y Machaco, para ganarse unas pesetillas.

A los 19 años hizo en servicio militar, primero la instrucción en Acuartelamiento "Capitán Sevillano" (ubicado en Prado del Rey, Madrid) y, posteriormente, le destinaron al Centro de Formación de Tropa (Cefot número 1) de Cáceres. Licenciado de la "mili" retornó a Cangas de Onís para continuar ligado a la firma Comercial Marcos, la cual estaba ubicada en la céntrica calle San Pelayo, frente al parque municipal.

José Ramón Sierra, que cuenta 56 años de edad, marcó una época en el fútbol regional asturiano por su corta estatura (1,64 metros) para la demarcación que ocupaba: portero. Pese a ese hándicap, "Buta" triunfó en las filas del Cánicas Atlético Club, en la década de los ochenta del siglo pasado, en segunda y primera categoría regional, así como en el Club Deportivo San Jorge de Nueva, Arenas del Sella y Fortuna de Villamayor. Su agilidad felina bajo los tres palos superó con creces los centímetros que le faltaban para haber sido un cancerbero "top".

No obstante, sus pinitos deportivos existieron también en el mundillo del ciclismo local, más concretamente en el seno del Club Ciclista Enol, entidad dirigida por Laudino, Ramón Martínez-Cué y Juanón Rodríguez-Noriega, entre otros. Apenas tenía 12 años cuando "Buta" tomaba parte en varias de las carreras que se organizaban, junto a compañeros de fatigas, tales como Carlos y Perico Rodríguez-Noriega, Reinaldín Grech, Milio Roxán, Ramonín Cué... Fueron tiempos en los que el deporte de los pedales y las dos ruedas estaban muy enraizados en Cangas de Onís.

Tras las bicis llegó el balompié, aunque comenzó de extremo izquierda, en un primer momento en la Organización Juvenil Española (OJE) de "Míster Moro", desde donde daría el salto al Cánicas Juvenil -con Luisma "el Lecheru" de entrenador- asentándose y triunfando bajo los palos.

Otra de sus pasiones es el piragüismo, en el Club Sirio, con 14 o 15 años, a las órdenes de Ricardo Alonso, Tino Pérez y "Ramonín, el de La Llongar". Su primer podio, en Bilbao, con Juanma Piñán: terceros en K-2 cadetes. Y con Luis Alfredo "Luigi" García, segundo en el Miño.

El futbito también tuvo su hueco en la extensa trayectoria deportiva de José Ramón Sierra, en la segunda mitad de los años setenta, en las pistas de aglomerado del Instituto de Cangas, con motivo de los torneos veraniegos de Santiago. Esplendoroso periodo del equipo "Carrocerías Longo", con Gerardín y Francisco Balmori, Manolo Baragaña, Silverio, Clemente Villaverde -actual gerente del Atlético de Madrid- y tantos otros; o el todopoderoso plantel del "Hotel Ventura", con Pirri Mori, Nachón, Potente, Francis, etcétera.

Una de las muchas anécdotas que "Buta" atesora de su dilatada trayectoria futbolística está vinculada a la exitosa etapa del Cánicas en los años ochenta, iniciada con la Trofeo Federación, en Valdesoto, ante el Club Deportivo Tineo. "Buta" había sido el titular en toda la fase clasificatoria, pero se perdió la final, en el campo de Villarrea. ¿El motivo? El mismo día de la final estaba en Bruselas, asistiendo a la boda de su hermana, Mary. Una ausencia por fuerza mayor. El histórico triunfo del Cánicas, cuya portería defendió en aquella ocasión José Ignacio, habitual suplente de "Butanín", lo celebró por tierras belgas por todo lo alto.

A mediados de los noventa, "Buta" Sierra cambia de actividad profesional. Se mete en la construcción, prestando servicios para la empresa de Manuel Moro, con quien permaneció durante un año.

También desempeño trabajos de maderista, en la localidad de Sirviella, en el concejo de Onís; y estuvo un par de años como peón en aquel Ayuntamiento. Más adelante le contrató otra empresa cabraliega de excavaciones y movimientos de tierras, a la que siguió otra firma canguesa (Hermanos Gutiérrez).

Desde hace cinco se dedica a la distribución de bebidas y alimentación con el empresario Abelardo García por toda la comarca del Oriente, así como por la vecina localidad cántabra de Tresviso, situada en el corazón del parque nacional de los Picos de Europa y a la que únicamente se puede acceder en vehículo rodado por Sotres, en el municipio de Cabrales.

"Buta" Sierra lleva casado tres décadas con María Luisa García Vela, de Villar de Onís, y tiene dos hijas: Anabela y Alan, además de dos nietos, los gemelos Hugo y Bryan, de 7 años de edad, que nacieron en vísperas de San Antonio. En sus ratos de ocio, al incansable deportista le gusta jugar a la brisca con los amigos y cosecha varios premios, con "Lolón el de Benia" y "Juanín el de Les Roces".

Pero su etapa deportiva aún no ha terminado. Ni mucho menos. Veterano, que no viejo, "Buta" aún se calza las botas para defender la portería de las "viejas glorias" del Cánicas en los partidos de tertulias.

Del mismo modo es asiduo, en la categoría de "centenarios", al Descenso Internacional del Sella, la más prestigiosa prueba del calendario asturiano de piragüismo, que se disputa en agosto entre las localidades de Arriondas y Ribadesella.

No hace mucho, con "Antón" Fernández, protagonizó otra monumental anécdota, ya que los nervios le atenazan en esa competición, como si fuera un debutante: nada más abrirse los cepos de la salida se montó en la primera de las bañeras de la piragua, cuando él debería ir en la segunda. "¿Ónde vas, 'Buta'?", le espetó su compañero de embarcación. La adrenalina, sin duda.

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