Los vecinos de Arriondas no pudieron consumir ayer agua del grifo debido a un vertido en el depósito de Pendás, cuyo origen está siendo investigado por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia. El incidente afecta al barrio de El Barco, pero el equipo de gobierno local no quiso arriesgar y desaconsejó el consumo del agua corriente en toda la villa. Decidió hacerlo así "por precaución", como explicó Álvaro Palacios, concejal de Obras de Parres, del PSOE.

Al cierre de esta edición el agua ya salía totalmente limpia, pero los responsables municipales prefirieron que los habitantes de Arriondas eviten su consumo hasta que una analítica confirme la salubridad del suministro.

Fueron los vecinos quienes avisaron al Ayuntamiento de que "notaban el agua con mal sabor". Los técnicos se desplazaron hasta "la captación y vieron algo raro", describió el edil antes de señalar que "automáticamente" se cerró el depósito. La red de Arriondas tira desde entonces únicamente del depósito principal, ubicado en La Toya y comunicado con el de Pendás, que se utiliza cuando el otro tiene un nivel bajo. Pese a que el vertido afecta a una determinada zona de la villa de Arriondas, el equipo de gobierno siguió el protocolo de emergencias y el concejal de Obras comunicó de inmediato lo sucedido al Hospital Grande-Covián (en el barrio de Castañera) a los centros educativos (el colegio Río Sella y el instituto El Sueve, ambos en el barrio de El Barco), al Principado y a la Guardia Civil.

Se colocaron, además, bandos advirtiendo de que "por precaución no se consumiese agua en toda Arriondas", explicó Palacios. Pese a que todo indica que del depósito de Pendás ya sale agua limpia y potable, el equipo de gobierno decidió ayer no retirar los bandos para que los vecinos no consuman de momento el agua del grifo. Los responsables del suministro mantuvieron abierta la boca de riego para limpiar posibles restos del vertido y a última hora de la mañana la situación ya estaba normalizada. No obstante, la investigación sobre el origen continúa y el edil de Obras no quiso aventurarse en ningún sentido.

"Están mirando a ver qué es, no se puede asegurar nada", expuso. Tanto el Seprona como la empresa con la que el Ayuntamiento de Parres realiza periódicamente las analíticas del agua están analizando el líquido para determinar el origen y la naturaleza del vertido. Palacios advirtió de que "tardarán unos días".