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Los fantasmas infectan Bedón

La antigua iglesia de Naves de Llanes fue objeto de una investigación paranormal que halló una intensa "actividad" de espíritus recogida en imágenes y grabaciones

Por la izquierda, David Reina, Marián Coya, Patricia Álvarez y Jonathan López, en el interior del monasterio, con diversas máquinas "cazafantasmas" en el suelo y en la mano. P. M.

El conde de Muñazán "no era una mala persona" y puede que nunca matase a la "huérfana de San Antolín", como dicen las leyendas para justificar la construcción del monasterio de Bedón, en las inmediaciones de la localidad de Naves de Llanes. Quien así lo afirma no son los historiadores, sino la médium ovetense y afincada en Avilés Marián Coya de la Vallina, que el sábado por la noche realizó una "investigación paranormal" en la iglesia del monasterio navizu, construida en el siglo XIII y lo único que queda en pie del conjunto original. Acompañada de otras ocho personas y ataviados con diferentes "máquinas cazafantasmas", para registrar la "actividad" del más allá en sus más variadas manifestaciones, los investigadores también se adentraron en las ruinas de los edificios adyacentes a la iglesia, de edificación moderna.

Bedón ha sido, junto al palacio de La Cogolla, en Nava, "el sitio con más actividad que he visto, estaba infestado", afirmó Coya de la Vallina, quien empezó haciendo este tipo de investigaciones "por hobby" y entre amigos pero, al ver que un número cada vez creciente de personas se interesaba por ellas, empezó a ofrecerlo como "turismo paranormal". No en vano, para David Reina y Ramzie Iskeif la del sábado fue su primera vez. "Este tema siempre me atrajo y me han pasado cosas especiales últimamente", explicó la segunda, quien negó tener miedo al principio de la noche, "pero más adelante puede ser".

La velada fue de gran provecho para los "cazafantasmas", una fertilidad que ya se anunció nada más llegar a la iglesia. Lorena Fernández, ducha ya en este tipo de investigaciones, empezó a captar "orbes" con su cámara fotográfica nada más poner un pie en el interior de la iglesia. "Son espíritus en forma de energía, lo que llamamos 'fantasmogénesis'. Es una forma bastante frecuente de presentación", explicó Coya de la Vallina en relación a los círculos de diferentes tamaños y luminosidad que la cámara de Fernández y otras captaron en diferentes puntos de la iglesia.

Para atrapar estas imágenes basta "una simple cámara de fotos", pero para registrar otras señas de actividad es necesaria la ristra de aparatos fabricados en USA que la médium desplegó entre las linternas de sus compañeros. Desde la "caja de voces" o "sb7", "un aparato de radio modificado que hace un barrido a baja frecuencia y capta los espacios en blanco, que es donde los espíritus entran a hablar", describió Coya, quien destacó el "boom" que ha supuesto este invento en su campo, "porque recoge las voces de estas entidades, pero en directo" (en lugar de tener que escuchar toda la grabación después) y permite hacer preguntas como la que respondieron los espíritus de Bedón sobre el conde de Muñazán, "a quien afirmaron conocer, pero dijeron que no era una mala persona", trasladó Coya de la Vallina.

En la grabadora convencional "hay que esperar a llegar a casa y escucharlo todo para saber si tienes una 'psicofonía'". El "mel-meter" es un detector de campos electromagnéticos que registra la energía de los espíritus y la traducen en un sistema de luces y sonido y el "geófono" es otro aparato "que detecta la manifestación 'poltergeist' de ruido, pisada y golpe, una manera bastante habitual que tienen de comunicarse", matizó la médium, quien también llevó una pistola con puntero láser "para medir las oscilaciones de temperatura", pues es frecuente que se altere con las "apariciones fantasmales", normalmente con un bajón en los grados.

En la investigación en la antigua iglesia de Naves intervino toda esta parte "técnica" que los participantes se repartieron a lo largo de las casi seis horas que estuvieron en la iglesia y su entorno, pero también otra más "espiritista y esotérica" que llevó a la ovetense a poner una copa con vino y pan en el altar del templo, donde también colocaron velones. Coya procura que sean objetos relacionados con la historia del sitio para atraer a los espíritus y en la maleta siempre lleva velas, porque "una de las cosas que más les atraen son las luces. Si están en un plano no de descanso, sino de transición, donde hay cierta oscuridad, la luz de la vela les alimenta, les viene muy bien", añadió.

En la noche del sábado en Bedón "pasaron muchísimas cosas" y una de las destacables tuvo lugar en la casa junto a la iglesia. En una sesión con la "caja de voces", los "cazafantasmas" les preguntaron si necesitaban algo "y respondieron 'cigarros'. Uno de los chicos sacó uno, lo encendió y lo puso encima de una de las piedras, justo al lado del detector de campos, que registró la presencia".

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