"El cielo sobre la tierra". Así describe a Asturias la periodista argelina Hafida Alouane, que estos días visita la comarca oriental con el objeto de preparar un artículo para su periódico "Siyahi" enfocado en el turismo. "Las primeras impresiones han sido muy buenas. Me gusta esto porque hay mar y montaña todo junto y porque está todo el año verde", contó la reportera, que llegó el 10 de abril a Arriondas, donde se aloja en casa de su amiga Carmen Arduengo, a la que conoció en un festival de folclore en Argelia, en 2011. En este tiempo ya ha tenido tiempo de visitar Oviedo, Cangas de Onís o de interesarse por la historia del Descenso del Sella, que en agosto celebra su 80.ª edición. "Antes de irme (vuelve a Argel, donde actualmente reside, el 24 de este mes) me gustaría subir a los Lagos y ver los Picos de Europa, porque me han dicho que son muy famosos", señaló. También ha disfrutado de la gastronomía, destacando la calidad de los pescados (la carne aún no la ha probado pues requiere que sean animales desangrados, siguiendo un ritual musulmán específico). La periodista hace patria y no duda en invitar a un té y unos pastelillos caseros elaborados por ella misma a los asturianos que se cruzan en su camino estos días.

La intención de Alouane es la de publicar en su periódico un artículo en árabe a modo de guía con los lugares más recomendables para visitar, comer y alojarse en Asturias. Pero la periodista va más allá e incluso planea pasar en el Principado temporadas para establecer una empresa relacionada con el turismo "para acercar Argelia a Asturias", explicó en un fluido francés.

Alouane, que lleva casi dos décadas desempeñando esta profesión, planea elaborar un proyecto con el que atraer visitantes fuera de la temporada alta de verano a la comarca oriental. Aunque para ello, según reconoce, hay ciertos escollos como la dificultad de obtener el visado europeo. Las noticias que relacionan a los musulmanes con el terrorismo tampoco se lo ponen fácil por eso pide "no meter a todos en el mismo saco, los buenos musulmanes no hacen atentados", matiza. Alouane ya no tiene casi espacio en su cámara para más fotografías porque no ha dejado de dispararla desde que cruzó León. Cuando vuelva a Argel se las enseñará a sus tres hijos biológicos y a a su hija Farah, de 8 años, que adoptó después de que sus padres la abandonaran por una malformación en las manos de la que trató de operarse sin éxito en Marsella. También le hablará a la pequeña de la historia de Asturias gracias a un libro en francés que le regaló su amiga, a la que espera volver a visitar pronto.