"No somos brokers ni jugamos los ahorros en la Bolsa. Somos gente normal que lleva tres años peleando para que nos devuelvan un dinero que injustamente se nos quitó". Lo dicen los afectados por el "caso Bankinter" en Cangas de Onís que ayer reclamaron en el Juzgado de primera instancia al banco el dinero del que se apropió el exagente de la entidad Jesús Lobato, ya fallecido.

Las cantidades del supuesto desfalco tardarán en conocerse ya que el abogado de los 14 afectados, Marcelino Tamargo, optó por dejar para un procedimiento posterior la cuantificación del quebranto económico. "Es materialmente imposible de cuantificar ahora porque Bankinter no ha aportado la documentación que se le pidió", dijo. Lo que sí reiteró fue la responsabilidad civil contractual de Bankinter por no establecer controles efectivos entre sus trabajadores, un hecho que la magistrada-juez Silvia Golfe ya reconoció en el fallo de los tres primeros juicios celebrados el 15 de abril. Tamargo pidió desestimar la causa abierta contra la viuda y el hijo del exagente bancario y rehusó a llamar a sus testigos. Quien sí lo hizo fue el abogado de Bankinter, que invocó a dos de sus trabajadores para reforzar la tesis de que se ejecutaron todos los controles al alcance del banco.

La primera en declarar en la jornada de ayer fue Julia Mercedes Alonso, que denunció la petición de préstamos, inversiones en bolsa y tarjetas a su nombre por parte del ex agente sin su consentimiento. El turno fue después para Mari Luz Pendones, de Llueves, que declaraba en nombre de su anciana tía. "En la cuenta se ingresó hasta el dinero de la venta de una finca. Cuando se destapó el escándalo fuimos a revisarla y quedaban 47 euros. Jamás pedimos cheques", contó la mujer. Por último declaró Alberto Álvarez, de Arriondas, que como el resto de afectados apuntó que su confianza en Lobato era "total". Los juicios continúan hoy en Cangas a las 9.30 horas.