Detrás de la barra, como un día cualquiera, trabajando y con poco que decir. Así pasó la jornada dominical Manuel Jesús Villadangos García, un leonés criado en Cádiz al que la mayoría de los llaniscos conocen por ser el dueño del gastrobar La Caleta, situado en el bulevar peatonal que conecta la calle Román Romano con la de Nemesio Sobrino. Pero el que sirve comidas, cañas y cafés justo enfrente del desaparecido Cinemar es uno de los dueños de Disfilt, empresa dedicada a la fabricación de neumáticos y cámaras de caucho y a la reconstrucción y recauchutado de neumáticos. Firma responsable, según las autoridades, del nacimiento y consolidación del cementerio de neumáticos de Seseña, que arde desde el 13 de mayo en una de las mayores catástrofes medioambientales que se recuerdan.

Asegura Manuel Villadangos no saber "absolutamente nada de ruedas" y estar desvinculado de Disfilt desde hace una década, justo el tiempo que lleva instalado en el concejo llanisco. Disfilt, según sus propias palabras, la fundó en su día su padre, Victorino Villadangos, "y yo sólo estuve allí trabajando seis meses, hasta que paró la actividad". Su progenitor era el administrador único de la empresa. "Fui a echarle una mano tras quedarme sin trabajo y le ayudaba con la documentación", asegura. Al ver las imágenes del espectacular incendio por televisión no se le vino nada especial a la cabeza: "Pensé que era una lástima que ardiesen tantos millones de euros".

Manuel Villadangos arribó en Llanes por mediación de un amigo de juventud, casado con una llanisca. En La Caleta, negocio que regenta desde hace dos años, tiene una enorme fotografía de la famosa playa gaditana del mismo nombre, y una camiseta del equipo de fútbol de la Tacita de Plata bien visible. Presume de haberse criado en Cádiz, una palabra que ilumina su rostro con una sonrisa.

Tras la aventura del cementerio de neumáticos, en la capital turística del oriente rehizo su vida, trabajando como camarero en varios negocios durante cuatro años. En 2010 adquirió la gestión de la sidrería El Castañu, en Cue, lugar donde vive. En ella trabajó durante tres años y medio, y en 2014 abrió La Caleta. La noticia de la vinculación de Villadangos con el vertedero de neumáticos más grande de Europa se propagó por Llanes a la misma velocidad que el incendio que mantiene a Seseña en estado de sitio.

El fuego declarado en la localidad castellano-manchega ha copado, por su espectacularidad y sus nefastas consecuencias medioambientales, las noticias de los principales medios de comunicación del mundo. Según Ecologistas en Acción, ha generado en unos días las mismas emisiones contaminantes que produce nuestro país en todo un año.