Las gallinas de Huexes ponen huevos "como puños" de grandes. La parraguesa Hortensia González se llevó ayer una sorpresa mayúscula cuando al entrar al gallinero comprobó que una de sus pitas había puesto uno de 140 gramos, cuando lo normal es que ronden los 70. "Nunca vi cosa igual ni me explico cómo pudo pasar, no les di de comer nada raro", apunta la dueña del animal.
El primer impulso de González fue abrir el cascarón para ver cuántas yemas tenía. "Al ver que era tan grande ya me frotaba las manos pensando en la tortilla que me iba a cocinar, pues no es tan excepcional que los huevos tengan dos yemas". Al quebrar la cáscara, la sorpresa fue "mayúscula".
En el interior del huevo lo que había era otro huevo. "Al final lo tiré y cuando se lo dije a mi nieta me riñó porque quería haberlo llevado ella al instituto para estudiar el fenómeno en su clase de Biología", apunta González. "La que puso el huevo era muy viejina, así que no quiero imaginar lo que sufrió para echar esta 'matrioska' (muñeca rusas que en su interior alberga otra muñeca)", lamenta.
La parraguesa está acostumbrada al gigantismo, pues en su huerta se dan cada año calabazas que superan los 70 kilogramos de peso, entre otras cosas.
