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Diálogos orientales | AGUSTÍN LÓPEZ-RIVAS | Portavoz de la Plataforma en Defensa del Hospital de Arriondas

"Llegaremos a los tribunales si es preciso para poner el Hospital en su justo lugar"

"Hace cuatro años estábamos contentísimos con la integración en la red pública, pero no han respetado nada, nos siguen viendo de segunda"

Agustín López-Rivas, en Nueva de Llanes. E. G. CEA

Agustín López-Rivas nació en Madrid, aunque siendo pequeño se trasladó a Francia, donde ejerció como docente. Ya jubilado, reside en Nueva de Llanes desde hace dieciséis años y es el portavoz de la Plataforma de Asociaciones y Vecinos en Defensa del Hospital de Arriondas desde su creación, hace ahora una década.

-La actividad de la plataforma se detuvo con integración del Hospital de Arriondas en la red pública, ¿era papel mojado?

-Pensábamos que la Consejería de Sanidad cumpliría con lo aprobado en la Junta General del Principado sobre la plena integración del Hospital en el Servicio Público del Principado de Asturias (SESPA). Estábamos contentísimos, porque iba a tener la misma dotación que otros hospitales y porque también respetarían que la plantilla fuera personal fijo. Han pasado cuatro años desde entonces y hemos tenido paciencia para ver cómo funcionaría. Pero en nuestra opinión no han respetado prácticamente nada. Lo siguen considerando como un hospital de segunda zona y, lo peor, nos da la impresión de que lo están desmantelando para mayor gloria de hospitales del centro.

-Explíquese.

-Es el colmo del descaro. Afirman que dotando de mayor presupuesto a Cabueñes, por ejemplo, y manteniendo Arriondas con tan poco, buscan mejorar la calidad de los servicios que ofrecen a los pacientes, derivados a Gijón. Es tomarnos el pelo, nos parece un insulto.

-¿Cómo salen las comparaciones con el Hospital de Jarrio, el referente del Grande Covián en el Occidente?

-Vemos que la dotación de Arriondas sigue siendo bastante inferior. Jarrio es un hospital de la misma categoría, ¿pueden explicar por qué recibe más dinero? Si se mide por habitantes, del Grande Covián dependen unas 52.000 personas y de Jarrio 48.000, aproximadamente. ¿Por qué hay más camas, más personal? Trabajadores son 548 en el Oriente y 590 en el área del Occidente. Las inversiones estructurales tienen que ser equivalentes, pero en Arriondas no se han realizado obras desde la integración. Se aprobaron y presupuestaron trabajos para mejorar el quirófano y las urgencias, que lo necesitan, pero nunca se ejecutaron. ¿Por qué? ¿A dónde va este dinero? No hay inversión en tecnología, en innovación, en mantenimiento del aparataje...

-¿En qué servicios ven ese desmantelamiento del Hospital del Oriente en favor de otros mayores, como el gijonés de Cabueñes?

-Lo vemos por ejemplo en la Farmacia. Los fármacos que se distribuyen en el Oriente van disminuyendo, de tal manera que incluso los pacientes que los necesitan tienen que ir a cogerlos a Cabueñes. ¿Cómo es posible que una persona mayor, el grupo más abundante en la comarca, tenga que ir a Gijón a por un fármaco? ¡Por favor! Nos lo explicamos porque, cuantos más clientes tenga la farmacia de Cabueñes, más dotación le dan. Lo mismo pasa con el laboratorio, que es un desastre, porque derivan innecesariamente las muestras para pruebas que se realizan en el Oriente. Esto incrementa el riesgo de deterioro en las sucesivas manipulaciones y también las esperas.

-¿Qué pasa con la plantilla?

-Tenemos una plantilla estructural inestable, con ausencias que provocan una gran dificultad de cobertura de puestos básicos en diferentes especialidades y enfermerías. La Consejería suele escudarse en que no hay médicos, pero esto no puede ser una excusa, se debe a la falta de previsión. Hay dificultad de cobertura de las guardias, hacen el traslado forzoso de especialistas de otras áreas, cuando lo que se necesita es que creen plazas. Necesitamos oftalmólogos, anestesistas había siete, quedan cinco y van a ser cuatro porque otro se va a ir a Cabueñes. Esto provoca que muchos pacientes que necesitan operaciones también tengan que ser trasladados a Cabueñes. No puede ser que el personal siga creciendo allí y disminuyendo en este hospital. Es desvestir a Pedro para vestir a Juan.

-¿Qué saben del convenio de colaboración entre Arriondas y Cabueñes?

-El contenido es completamente desconocido para los profesionales y más todavía para nosotros. Lo que sí parece es que sólo está sirviendo como excusa para promover el crecimiento de Cabueñes en detrimento del servicio de Arriondas. Está ocurriendo, por ejemplo, con Neurología. Supone un número progresivamente mayor de derivaciones a consultas, cirugías y pruebas complementarias que pueden realizarse en el área sexta.

-¿Qué implican estas derivaciones para el paciente?

-Todas las dificultades que uno se puede imaginar. El transporte es un caos: uno que vive en Ribadedeva tiene que hacer ya casi cien kilómetros para llegar a Arriondas y si lo mandan a Gijón muchos más. A Cabueñes sólo se puede llegar en transporte privado y hay mucha gente mayor que no puede conducir, los tienen que llevar los familiares o personas caritativas. El viaje ocasiona gastos mucho mayores, porque a menudo tienen que pasar el día entero, a lo que se suma la pérdida de tiempo y la espera, que es cada vez más larga. El convenio podría existir y sería ideal que aportase a ambas áreas.

-Eso fue lo que prometieron.

-Sí, es lo prometido, pero no vino ninguno. Es necesario diseñar un circuito de derivaciones teniendo como eje al paciente y la edad media. La actual línea del SESPA potencia los servicios del área central en detrimento de las alas y es un grave error. Si se cortan las alas de un pájaro nunca jamas volverá a volar y eso podría pasar con la sanidad. No sé que puede salir de ahí. Es necesario planificar de forma racional y equitativa y tiene que entrar la ciudadanía. Tenemos nuestra palabra, así como los profesionales del Oriente.

-¿Hasta dónde llegarán en su defensa de la atención sanitaria pública en la comarca?

-No podemos aceptar la situación, nos concierne en nuestras propias carnes. No se puede permitir de ninguna manera que la atención sanitaria de los más alejados del centro siga deteriorándose cada vez más. No podemos quedar inertes ante la falta de previsión y la política de una Consejería que parece más preocupada de conservar sus privilegios que de cumplir su deber. Que no olviden que los usuarios pagan regularmente el mantenimiento de los hospitales y los honorarios de sus señorías. Hemos decidido exigir que se cumpla la ley votada por la mayoría y haremos lo que sea menester para mantener ese hospital en su justo lugar, el que nos merecemos todos los usuarios. Si la Consejería continúa haciendo oídos sordos a nuestras justas reivindicaciones vamos a salir a la calle, a la Junta, a los tribunales si es preciso. A los medios de comunicación, para que en víspera de elecciones se entere todo el mundo de lo que pasa y la opinión pública se encargue de poner a cada uno en su lugar.

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