Los vecinos de Arriondas se sienten "desprotegidos" ante la oleada de robos que registra la capital parraguesa desde hace varios meses y piden "soluciones urgentes", como el refuerzo de la plantilla policial o la instalación de cámaras de videovigilancia para acabar con la delincuencia en las calles.

El intento de forzar la sede de la Sociedad La Peruyal mediante la rotura de la luna de la puerta durante las fiestas de Santa Rita, el hurto en una frutería de la avenida de Europa a plena luz del día el 27 de mayo o en un piso el pasado 3 de junio son sólo algunos de los percances registrados en los últimos tiempos, que se unen a robos menores de carteras en los alrededores de los cajeros automáticos, supermercados y el centro de mayores de Arriondas. En el caso de la céntrica frutería, los atracadores entraron por una puerta lateral cuando el negocio permanecía cerrado a la hora de comer, sin que trascendiera la cantidad robada.

Ante esta situación, vecinos como Carmen Arduengo denuncia el "abandono" por parte de la Administración y exigen medidas contra la delincuencia. "Por ratio de población tendría que haber nueve o diez agentes de la Policía Local y si se hiciera la tan necesaria vigilancia veinticuatro horas debería haber catorce, pero en plantilla hay siete y entre bajas y vacaciones sólo quedan activos tres, con un coche que los agentes califican de obsoleto y de noche no hay ni un teléfono a donde llamarles", explicó. "Nos queda llamar a la Guardia Civil, que tiene competencia en la seguridad ciudadana, pero en internet su teléfono está erróneo y si encuentras el correcto a partir de las dos de la tarde te desvían la llamada a Gijón para que manden una patrulla de Cangas de Onís o Ribadesella", contó. La mujer afirma que "o se hace algo urgentemente o tendrán que salir los vecinos a hacer rondas nocturnas con el consiguiente peligro de tiroteos como el de Mieres", cuando un hombre resultó herido tras un tiroteo con la Policía Nacional tras cometer un atraco en un supermercado.

"En municipios cercanos como Cangas de Onís, con un ratio de población similar, el número de efectivos de Policía Local ronda la decena y presta servicios nocturnos, que en época estival son reforzados con otros tantos agentes; en Ribadesella hay ocho más los de refuerzo y Llanes cuenta con veinte", indicó.

Algunos residentes, como Victoria Blanco, consideran que la situación es "insostenible". La residente aún tiene "el susto en el cuerpo" tras sufrir un saqueo en el domicilio familiar el año pasado. Los cacos, bien vestidos, se hicieron pasar por trabajadores del catastro y convencieron a su madre para introducirse en la vivienda, alegando que existían subvenciones para reparar viviendas antiguas y con la excusa de tomar medidas en el interior del edificio. "Uno la entretuvo haciéndole coger la cinta de medir y el otro fue a por un vaso de agua a la cocina y cuando se quiso dar cuenta le faltaban las joyas y la documentación de su cartera apareció días después tirada cerca de El Picu la Vieya", contó Blanco. "La gente tiene miedo porque hay robos cada dos por tres, no están saqueando", aseguró.

Los empresarios del polígono de Santa Rita, a la entrada de Arriondas, llevan años reclamando mayor medidas de seguridad en la zona, como la instalación de cámaras de videovigilancia, cuya implantación el Consistorio se comprometió a estudiar.