La tuberculosis bovina se ha cebado con 18 explotaciones ganaderas de Parres en lo que va de año, afectando a 41 reses. El concejo registró en 2015 una prevalencia de la enfermedad del 9,25 por ciento, muy superior a la media nacional que se sitúa en el 2,81 por ciento. Son algunos de los datos aportados ayer en Arriondas en una reunión en la que participaron expertos de la Consejería de Agroganadería, como Ramón Juste, gerente del Serida; el director general de Ganadería, Ibo Álvarez; el director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo; el jefe de la sección de Caza, Jaime Marcos, y el jefe de sección de las Campañas de Saneamiento Manuel Queipo. El encuentro, convocado a petición de los ganaderos de la zona, perseguía sentar las bases para echar a andar un programa sanitario específico en Parres para erradicar la enfermedad.

Los responsables de la Consejería reconocieron fallos en la ejecución del programa de erradicación a nivel nacional y la necesidad de mejorar la eficacia del diagnóstico, que en el caso de las reses se detecta con la prueba de la tuberculina (alérgica) o gamma-interferón (sangre). Los expertos aseguraron que la enfermedad es difícil de detectar "por reacciones cruzadas, porque afecta a muchas especies y necesita tiempo para desarrollar lesiones". En cuanto a la incidencia de tuberculosis en la fauna salvaje, los responsables de la Consejería advirtieron que sólo 8 de los 152 jabalíes analizados en la última campaña dieron positivo (sólo 2 en Parres). En el caso de los tejones, sólo 1 de los 11 analizados en 2016 en el Sueve dio positivo.

Los ganaderos reclamaron ayudas para las explotaciones inmovilizadas e insistieron en la necesidad de concretar un protocolo de recogida de muestras de la fauna salvaje. El director de Ganadería aseguró que en el borrador del presupuesto de 2016 hay una partida para ayudar a reponer las explotaciones vaciadas y para compensar a las que no puedan subir a pastos comunales. También barajó la posibilidad de hablar con Ayuntamientos para habilitar depósitos de residuos de cacerías en núcleos rurales. Entre las medidas que recoge el nuevo protocolo sanitario de Parres está disminuir la población de jabalí (habrá un cupo de 4 en el coto y de 8 en la reserva del Sueve), intensificar la toma de muestras de fauna silvestre, reuniones trimestrales, control de movimientos o estudios del historial analítico individualizado de cada res.