Los titulares del chiringuito situado en el aparcamiento de la playa de Gulpiyuri, en Llanes, interpondrán una querella contra al alcalde de Llanes, Enrique Riestra, y la concejala de Urbanismo, Marián García de la Llana, por presunta prevaricación administrativa en caso de que se precinten las instalaciones, según anunció ayer su letrado, el abogado ovetense Gerardo de la Iglesia. Los empresarios aseguran que cuentan con todos los permisos y los informes positivos precisos.
El regidor llanisco ordenó, mediante una resolución, la paralización del chiringuito instalado en el aparcamiento de la playa de Gulpiyuri, en Naves de Llanes, y anunció que precintará el local si sus titulares incumplen la resolución. El chiringuito abrió ayer sus puertas por primera vez. Enrique Riestra tomó la decisión de paralizar el chiringuito tras conocer, a través de un informe emitido por la Policía, que el chiringuito carece de licencia de obras, de actividad y de apertura. Sin embargo, los titulares del bar de temporada ubicado en el aparcamiento público abierto el pasado verano muy cerca del popular arenal aseguran tener en su poder una autorización para llevar a cabo esta actividad, emitida por la Consejería de Urbanismo.
De la Iglesia calificó los acontecimientos de los últimos días en relación al chiringuito de "muy graves", y aseguró que el Ayuntamiento de Llanes se mueve "a golpe de caprichos". "Hace meses se pidió permiso para la instalación de un chiringuito de temporada durante un mes y medio. Se recibió el permiso favorable, con los correspondientes informes jurídicos y técnicos por parte del Ayuntamiento. Dada la situación urbanística del concejo de Llanes (no hay Plan de Ordenación Urbana) se envió la documentación a la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Principado de Asturias (CUOTA)", aseguró el letrado. El 5 de julio la permanente de la CUOTA, mediante un informe favorable, dio el visto bueno a la instalación del negocio de temporada en las inmediaciones del arenal. Según el letrado se dio el visto bueno porque entienden, entre otras cosas, que se preserva la distinción de monumento natural con el que se clasifica la playa.
El 8 de julio, según señala De la Iglesia, una resolución del director general de Ordenación del Territorio dio también el visto bueno al chiringuito. El problema surgió cuando se pidió la licencia de actividad. De la Iglesia asegura que no se quedarán de brazos cruzados y que, en el caso de que el Ayuntamiento ordene a la Policía Local precintar las instalaciones, "pondremos una querella por coacciones, amenazas y prevaricación administrativa contra el Alcalde de Llanes y la concejala de Urbanismo".
El cuatripartito, mediante un documento enviado a la CUOTA el pasado 28 julio, pidió a este organismo que revoque la autorización otorgada al considerar que el bar de temporada se ubica en el entorno de protección de Gulpiyuri y supone "un importante perjuicio para un entorno tan especial como el que rodea", y al resultar posible que cause "la pérdida de los valores que determinan el interés de conservación de este espacio".
