¡Ojo! Una costumbre tan habitual como reutilizar la botella de agua de plástico, sobre todo las pequeñas, es poco recomendable y saludable. La razón es que están pensadas para un sólo uso y son un foco de infección bacteriana. Es frecuente rellenar en envase para llevarlo al gimnasio o dárselo a los niños en el parque o meterlo en las mochilas del colegio sin ser conscientes de la cantidad de bacterias y microorganismos que se van acumulando en ellas. Proceden de la propia boca, las manos o el ambiente. Incluso, en las etiquetas de las botellas recomiendan "no rellenar" o "no reutilizar el envase".
Una revista especializada norteamericana publicó ya en 2002 un estudio que determinó que tras analizar muestras de 76 botellas de agua mineral utilizadas por estudiantes de Primaria dos tercios de estas muestras tenían niveles bacterianos que excedían los límites recomendados para el agua potable. Algunos de estos recipientes habían sido utilizados durante meses sin ser lavados. Por lo que una recomendación para quienes insisten en reutilizarla la botella de agua es que para minimizar los riesgos para la salud, por lo menos, inspeccionen bien el envase para asegurarse de que no tiene roturas ni grietas y lavarla con un detergente suave después de cada uso. También hay que tener en cuenta que las altas temperaturas dañan el plástico y contribuye a la proliferación de bacterias.
No obstante, como las botellas de agua de plástico están diseñadas para un sólo uso, según insiste los fabricantes, aunque se tenga una buena higiene, se van deteriorando y entre las grietas se van colando las bacterias, convirtiéndose en un riesgo para la salud del usuario. Los expertos advierten de que esa gran cantidad de bacterias pueden hacer enfermar casi tanto como una intoxicación alimentaria. Es decir, que puede causar náuseas, vómitos y diarrea.
Aunque el verdadero riesgo para salud de reutilizar la botella de agua es bacteriológico, los científicos han demostrado que algunos materiales del plástico rígido a base de policarbonato, que contienen el aditivo BPA o Bisfenol A, pueden liberar componentes tóxicos pero en cantidades tan pequeñas que no afectan a la salud. Las de plástico flexible hechas de tereftalato de polietileno, conocidas como PET, son reciclables y no usan el controvertido Bisfenol A como aditivo.
