La plaza del Ganado de Infiesto se quedó ayer pequeña para acoger al cerca de millar de reses que participaron en la Feria de Santa Teresa. Tanto que algunos profesionales del sector clamaron por el adecuación de un nuevo recinto de cara a futuras ediciones. Fue el caso de Toño García, de "Mestas Ganadera" que echó en falta muelles de carga para poder transportar con más facilidad las 37 vacas que adquirió en la feria piloñesa y un espacio más amplio para ojear las reses. Su opinión la compartía el ganadero de Villaviciosa Daniel García, que llevó seis animales para la venta y acabó optando por el trueque.

"Cambié un xatu por una xata porque la situación económica no es buena. Lo que producimos cada vez vale menos y lo que compramos en el supermercado cada vez más". En la misma línea se expresó el piloñés Celso Sánchez, que cerró uno de los tratos más ventajosos de la feria al dar salida a una vaca con cría de asturiana de los valles por más de dos mil euros. "A las afueras de Infiesto, donde se pone el circo hay un buen sitio para esta feria que es una de las mejores". Los precios estuvieron contenidos -unos mil euros de media la asturiana de los valles con cría, y unos 650 euros la raza de la montaña- y las ventas fueron lentas pero constantes, de tal manera que al final de la mañana más del 80% de las reses cambiaron de propietario.