Covadonga Fernández, asegura tajante que "en el puerto no hay futuro". El motivo: los continuos ataques del lobo y el avance del matorral.
"Es necesario que se tomen medidas como quemas controlada porque los desbroces en zonas accesibles no son suficientes", apunta la quesera, que denuncia el despoblamiento de las majadas (quedan cuatro en activo). Fernández asegura que la escuela de pastores es poco efectiva "porque viene gente de fuera y para aguantar estas condiciones duras hay que nacer y criarse entre el queso, dedicar muchas horas y no pensar en fiestas".
La quesera defiende el papel de los pastores en la conservación del medio. "Antes éramos poco valorados, teníamos al parque en contra pero esa visión está cambiando y se están dando cuenta de la labora tan importante que hacemos con nuestros animales que son desbrozadoras naturales. Si el parque es hoy un espacio protegido es gracias a nuestra labor durante siglos.
