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"Nadie es Haití", clama el misionero colungués Gullón ante la falta de ayuda

"La comunicación es extremadamente difícil, no dio tiempo a que la población se desplazara" tras el paso del huracán "Matthew", explica

Miguel Ángel Gullón trabaja en uno de los proyectos que su organización tiene en Haití. ACCIÓN VERAPAZ / REPRODUCCIÓN DE P. M.

A tres meses de que se cumplan los siete años del terremoto que arrasó la ciudad de Puerto Príncipe, la capital de Haití -con más de 300.000 desaparecidos-, la naturaleza se ha vuelto a ensañar con el país y el huracán "Matthew" ha dejado tras de sí cifras escalofriantes. Con una diferencia: la comunidad internacional respondió entonces con una agilidad y energía que ahora se echan en falta. Así lo cuenta el dominico colungués Miguel Ángel Gullón, quien trabaja sobre el terreno con la organización "Acción Verapaz".

Cerca de 1.000 personas muertas, más de 750.000 que necesitan ayuda urgente y la amenaza del cólera son sólo algunas pinceladas de la situación de un país que ha perdido el 80 por ciento de las cosechas y en el que "el 90 por ciento de los proyectos desarrollados estos años gracias a la cooperación internacional ha quedado destruido", explica Gullón desde el otro lado del Atlántico.

"Llegó casi sin avisar porque, aunque ya hacía días había azotado Puerto Rico y República Dominicana -donde reside el colungués habitualmente-, la comunicación en Haití es extremadamente difícil y no dio tiempo a que la población se desplazara", relata Gullón, antes de apuntar que, "por otro lado, las familias no quieren dejar sus humildes viviendas por temor a que cuando regresen se encuentren sin nada debido a los pillajes que habitualmente se dan en este tipo de situaciones".

"Acción Verapaz" trabaja en Haití desde 1998, junto a muchas organizaciones locales, asociaciones y agrupaciones campesinas, y han recibido noticias de 23. "Nos dicen que el verdadero problema puede empezar en dos meses porque, además de los muertos y desaparecidos, más de mil, el viento se ha llevado hasta la tierra: el ganado, los huertos, las casas, los caminos, los árboles frutales? ha contaminado las fuentes y se acaba la comida", narra el religioso colungués, al tiempo que advierte de que "la tierra que no ha sido arrastrada hacia el mar es un campo de lodo que necesitará tiempo para poder ser sembrada de nuevo". En medio de este "caos" van llegando noticias sobre el estado de los proyectos en los que la suya y otras organizaciones han estado trabajando. "La ayuda también va a tener que ser de apoyo moral", lamenta el dominico. Hay zonas con temor al aislamiento y a que la ayuda no llegue, pues "se han roto puentes y caminos.

Por otro lado, está el temor de que nos olvidemos de ellos", reflexiona Gullón, antes de traer a colación una viñeta que ya recorre redes sociales con un sincero "Nadie es Haití", en alusión a los lemas que se han utilizado para difundir la solidaridad frente a otras catástrofes. "Es una crítica ante la falta de respuesta de la población internacional", explica el colungués, al tiempo que comparte la campaña que "Acción Verapaz" está realizando para hacer llegar la ayuda a través de la cuenta bancaria ES92 0075 0001 87 0606358033 del Banco Popular. Gullón, quien ha agradecido la solidaridad de municipios como Colunga y Caravia en las campañas realizadas para reconstruir el país tras el terremoto, desea que "los gobiernos y las diversas instituciones se unan y contribuyan más a la reconstrucción de la esperanza desde el corazón del pueblo, favoreciendo las oportunidades equitativas de crecimiento".

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