La feria de otoño de Benia de Onís registró ayer un mayor número de reses -más de un centenar- pero menos tratos. Al final de la mañana ni la mitad del ganado había cambiado de propietario y los que lograron vender sus animales lo hicieron a precios bajos. Un ejemplo: la vaca casina sin cría cotizó a 600 euros, casi cien menos que en la feria de San Mateo de septiembre, informa C.CORTE. En la imagen, un ganadero.