La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ribadesella, la vida en miniatura

Isabel Dos Santos decora interiores a escala 1:12 y adapta todos los detalles, que ella misma elabora, a la estética de cada época

Aspecto del interior de una de las casas decoradas por Dos Santos. P. M.

Se trata de "dar vida" a las casas en miniatura, llenarlas de objetos reales pero hechos a escala 1:12 y además de historias que ella misma se inventa. La riosellana Isabel Dos Santos pertenece al grupo "Pasión Minis", integrado además por María y Pili Manero y Mari Lís Velasco. Las cuatro se lanzaron en diciembre a mostrar lo que hacen y los días 12 y 13 de noviembre estarán en una feria en Madrid. Dos Santos se recuerda "siempre con una labor entre las manos" y está encantada con esta manualidad, pues implica desde pintar y dar acabado a la fachada de una casa hasta hacer a ganchillo una alfombra que pegue con la época, confeccionar la ropa y objetos personales de quienes viven dentro o adaptar los muebles al gusto y la estética. "Ahora estoy con varios proyectos: una casa de los años setenta, otra estilo 'shabby chick', romanticón, y una pensión parisina de los años cincuenta", explica la artesana, que nació en la capital francesa y vivió allí durante trece años.

La vivienda de los setenta será "moderna, en tonos marrones y naranjas", y Dos Santos ya tiene el vinilo en miniatura de la banda sonora de "Grease" o las copas de "duralex", el material más empleado en el menaje de la época. En la pensión -cuya estructura construyó su marido, Gabino Gonzalo Suárez- ya ha diseñado la habitación de la dueña, pero además ha decidido que vivan en ella "una costurera, un escritor y un viajante", además de "las chicas del servicio" en el bajocubierta, un detalle tomado de la realidad del momento.

No siempre se trata de poner las cosas bonitas, ya que la riosellana se ha encargado de que las paredes de la pensión luzcan "sucias, gastadas, con humedad", pues encuentra el encanto de las miniaturas en "darle vida a la casa".

También en su primera creación, la logradísima casa de un marinero que hizo aprovechando una estantería, se encargó de que el espacio fuera realista. "Suelo tenerle con la cama deshecha", apunta Dos Santos, quien encuentra los muebles y objetos de sus casas en ferias especializadas -el grupo ha estado en Londres y en Holanda, entre otras- pero también en cosas que muchos tiran a la basura.

El pie de una copa de plástico le sirve para hacer una mesa y las cuentas perdidas de collares son frascos de perfumes en miniatura. "Es un vicio", confiesa quien hasta hace doce años regentó una tienda de ropa en la villa riosellana. Amante de las manualidades, entonces pensaba que lo de las miniaturas se reducía "a comprar muebles" para las casas, pero doce años después vuelca en ellas una creatividad que se transforma en el arte de contar historias.

Compartir el artículo

stats