El Archivo de Indianos y Museo de la Emigración de Colombres ha superado el bache económico que llegó a cuestionar su continuidad hace unos años. Y lo ha hecho con creces, pues, asegurada la estabilidad económica del equipamiento gracias a la Asociación de amigos del Archivo de Indianos y Museo de la Emigración" -integrada por veinte mexicanos con raíces en España-, las vistas están puestas en un futuro proyecto de ampliación. Así lo trasladó ayer Santiago Romero, el director del archivo, a los integrantes de la asociación, que visitaron las instalaciones junto a varios consejeros del patronato que rige la fundación.

Las posibilidades apuntan a la casa "La Quintuca", que en el pasado fue vivienda de los "llevadores" de la finca, el personal que trabajaba en ella, y que después fue colegio. Pese a que todo está en el aire, Romero mencionó ayer uno de los usos a los que podría estar destinado, el de cafetería, comedor y tienda, dos servicios para los que en el propio archivo no hay espacio.

El jardín que rodea al archivo, del que una parte está catalogada como "jardín histórico", es otro de los puntos en los que se podría intervenir, pues es "mejorable", a juicio de Romero, quien también incluyó en esta lista el área expositiva del propio museo o la realización de "trabajo de campo en América" para incrementar el archivo.

La reunión de ayer dio paso a una "tormenta de ideas" de cuáles pueden ser los próximos pasos en el desarrollo del equipamiento, además de mostrar lo que se ha hecho hasta ahora y explicar cuáles son los números en lo que va de año. Tanto Romero como José Luis García Delgado, director de la Fundación del Archivo de Indianos, tuvieron el gusto de trasladar cifras muy positivas, pues las visitas han pasado de las 12.000 o 13.000 de 2015 a las casi 17.000 registradas en lo que va de año. No es el récord del archivo, que llegó a casi 19.000 en los años 2008 y 2009, pero sí es una excelente noticia que García Delgado atribuyó a tres factores: la recuperación económica del país, la concesión del premio "Pueblo ejemplar" el año pasado (con la correspondiente visita de los Reyes) y la creación de la asociación de amigos, sin duda el mayor balón de oxígeno que ha recibido el equipamiento en este tiempo. El colectivo tiene ahora veinte miembros, con los que el patronato se ha comprometido a mantener dos reuniones anuales.

A la de ayer asistieron, entre otros, el presidente del Instituto Tecnológico de Monterrey, José Antonio Fernández Carbajal, y el empresario Hugo Camou, cuya "generosa" donación se ha empleado en la digitalización del archivo. García Delgado avanzó que la fundación ya tiene una "pista" para establecer lazos similares a los que ya existen con México en Santo Domingo, así como también podrían constituirse entidades de características similares en Chile -donde están, aseguró, "encantados" con el museo- y Argentina.

La elaboración de árboles genealógicos para emigrados, otra fuente de ingresos

Antonio Suárez celebró ayer que los ingresos del archivo casi se hayan doblado este año, alcanzando los 80.000 euros a través de la venta de entradas, y centró parte de los objetivos del encuentro en la búsqueda de "los máximos ingresos posibles". Uno de los complementos que pueden resultar rentables al archivo es la elaboración de árboles genealógicos como el que el propio Suárez -con antepasados en Sobrescobio y Caso- ha solicitado. El presidente de la "Asociación de Amigos del Archivo de Indianos y Museo de la Emigración" explicó que el equipamiento puede ganar "un buen dinero" a través de esta actividad que, además, "da trabajo y una utilidad al museo".

Esta actividad entraña un trabajo de campo, pero también enlaza con la digitalización progresiva que se está haciendo en el archivo, donde Santiago Romero explicó que han pasado por este proceso unos 60.000 documentos. Gracias a este trabajo los visitantes "sabrán si tienen o no documentos familiares en el archivo". Y también los podrán facilitar, pues uno de los objetivos del archivo es continuar incrementando la documentación sobre la emigración española a América.