Las fuertes disputas internas y la "fuga" de buena parte de los fundadores marcan a día de hoy la situación de la agrupación de electores Vecinos x Llanes, colectivo nacido de manera oficial en enero de 2015 y que seis meses más tarde se hizo con la Alcaldía de Llanes tras firmar un pacto de gobierno junto a Foro y PP, al que luego se unió IU, que acabó con 28 años de socialismo.
La polémica por la aprobación a contrarreloj de los presupuestos municipales para 2016, con el 90 por ciento del mismo ejecutado, ha servido para ahondar, más aún si cabe, en la herida abierta en el seno del equipo de gobierno de Llanes, pues Foro, PP e IU votaron a favor de la aprobación de las cuentas, frente al voto negativo de Vecinos x Llanes y la abstención del PSOE y de la agrupación de electores.
La división interna de los vecinistas quedó clara en la última asamblea del colectivo celebrada el pasado lunes 17 de octubre en la bolera cubierta de Poo. Vecinos x Llanes tiene tres ediles en la corporación municipal. Por un lado están Enrique Riestra Rozas y Marisa Elviro, defensores de la aprobación de los presupuestos, y enfrente se sitúa Alfonso Miyares, quien defendió el voto en contra en base a los consejos del mediático interventor y asesor vecinista Fernando Urruticoechea, por supuestas irregularidades técnicas en las cuentas. Miyares abogó con vehemencia por la no aprobación de los presupuestos, postura ésta compartida por la mayoría de la asamblea compuesta aquel día por una treintena de personas. "Hay un desencanto claro", dice Miyares. "Mucha gente, entre ellos varios fundadores, se fueron alejando al ver que no se cumplen los compromisos que se plantearon en un principio", sentencia. Miyares asegura que parte del problema reside en la poca información que recibe el concejo ciudadano de la agrupación de electores por parte de Elviro y Riestra sobre lo que ocurre en el seno del cuatripartito. "De esta situación se sale con mucho debate y asambleas", defiende.
A día de hoy, Miyares se muestra sorprendido de que la maquinaria interna de Vecinos x Llanes no esté ya en marcha para debatir en asamblea la posibilidad de alegar o denunciar los presupuestos aprobados el19 de octubre. "Es necesario convocarla con urgencia, pero parece ser que gente que está dentro del concejo vecinal y lo maneja, no lo ve así. Hay una división interna", dice.
"Alegar es clave para corregir los errores y evitar que vuelvan a aparecer en los presupuestos de 2017. Yo pienso que habría que denunciar los presupuestos, pero lo debe decidir la asamblea", sostiene el edil, quien defiende su postura asegurando que tienen "unos vicios" que, si denuncian, "es probable que se anulen".
La sentencia que anuló los presupuestos de 2006, según asegura Miyares, hablaba de un desequilibrio entre ingresos y gastos, que vuelve ahora a producirse. "Ese principio dice que sólo se pueden contabilizar los ingresos y gastos correspondientes en exclusiva a ese ejercicio. En los presupuestos presentados se incluyen facturas de otros años. El anexo de inversiones puede tener también problemas", indicó.
"Mi visión no es optimista. No veo que haya una capacidad y voluntad para cambiar, y creo que por eso hay una división interna. No se puede, por ejemplo, justificar que da igual todo porque se está trabajando en el PGO y con eso ya es suficiente. Que se trabaje en el PGO está bien, pero hay que tratar otras cosas", explica Miyares.
Otros sectores de la formación hablan abiertamente de vulneración de principios éticos, ausencia de participación ciudadana y de transparencia, y de una forma de gobierno opaca. "Sacan continuamente fantasmas del pasado para justificar su inacción tras año y medio en el Ayuntamiento. La nueva política que anunciamos no es la que está llevando a cabo el Alcalde", dice el sector crítico de Vecinos x Llanes. Estos se oponen también a la manera en que se aprobó el voto contra los presupuestos municipales, pues en la asamblea del 17 de octubre lo que se decidió fue intentar retirar de ese pleno extraordinario, convocado por Foro y PP, los puntos relativos a la aprobación inicial de los mismos, y a dar cuenta de la liquidación presupuestaria de 2015.
Catorce personas votaron a favor de la retirada de esos puntos y nueve en contra (Riestra y Elviro, entre ellos). La decisión final de no apoyar las cuentas fue tomada en última instancia por el consejo ciudadano.
Riestra Rozas, mientras, evita pronunciarse sobre la postura que tomará en la asamblea vecinista que decidirá si se alega contra los presupuestos de 2016 y si éstos son denunciados o no. Apela al diálogo para recuperar la confianza de la agrupación de electores.
