Desesperados. Así dicen sentirse los miembros de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Piloña. El motivo: los daños de la fauna salvaje, que "cada año va a más" en sus fincas. El presidente del colectivo, Luis Cueto, asegura que tienen que atender constantemente requerimientos de profesionales del sector afectados no sólo en el concejo si no también en Nava, Parres o Amieva. A los deterioros provocados en las cosechas de maíz por el jabalí en zonas como Lludeña se suman las actuaciones de los venados "que estropean por completo los manzanos y comen la pradera".
Tanto que, según su versión. el perito del colectivo casi no da abasto para revisar todos los daños registrados, el último de ellos en Ques, donde se han visto afectados unos 90 árboles "prácticamente irrecuperables a cuenta de los venados", apuntó Cueto. En este sentido, el presidente de los ganaderos anima a los damnificados a denunciar la situación en los Juzgados. "Lo primero es dialogar con las sociedades de cazadores porque entre vecinos es preferible llegar a un entendimiento así pero si tardan en personarse para cuantificar los daños hay que tomar medidas", aseguró. En este sentido, Cueto informó que uno de sus asociados, un agricultor de Nava, ha visto como un proceso judicial emprendido hace un par de años se resolvía favorablemente a su favor. Se trata de un agricultor de Priandi, propietario de una pumarada en la finca La Artosa, en la que los venados destrozaron varios árboles. Tras el contencioso iniciado por el colectivo de ganaderos piloñés el Juzgado de primera instancia de Infiesto obligó a la Agrupación de Cazadores de San Bartolomé de Nava a pagar una indemnización de 1998, 27 euros. La asociación interpuso un recurso ante la Audiencia Provincial al entender que la cantidad no daba para cubrir los destrozos que también se resolvió favorablemente para el afectado, obligando a los cazadores a abonar otros 5.640, 90 euros más, ascendiendo la cifra global de la indemnización a los 7.640,90 euros.
No es la única sentencia favorable para el colectivo piloñés, que a principios de mes dio a conocer un documento que condenaba a la Consejería de Desarrollo Rural a pagar a un ganadero de Amieva una indemnización de 700 euros tras la perdida de un novillo del que sólo quedaron el cráneo y la columna y era difícil determinar la causa de la muerte, aunque los guardas atestiguaron la presencia de cánidos en la zona.
El presidente lamentó que los miembros de la asociación de cazadores "Monte Cayón" de Piloña (suspendieran una reunión prevista en agosto y desde entonces no hayan convocado un nuevo encuentro para llegar a acuerdos. El colectivo tiene previsto abatir esta temporada 480 jabalíes, casi 200 más que en 2015.
