La castaña será protagonista indiscutible del Certamen de productos de la huerta que el Ayuntamiento de Parres organiza hoy y mañana en Arriondas. Los quince agricultores inscritos en el evento pondrán a la venta unos 500 kilogramos del fruto en la plaza Venancio Pando. Recolectar tanta cantidad no fue fácil. El motivo: la cosecha este año llega tardía y poco abundante.

Por eso los participantes, que acordarán el precio del kilo antes de que se abra el recinto ferial a las once -podría rondar los 4 euros; las valdunas, algo más- han esperado hasta última hora para apañar unas castañas a las que les está costando madurar.

Es el caso de Hortensia González y su hija Charo Peón, que estiman que pondrán a la venta unos 25 kilos, menos que otras veces. "La cosecha no ha sido de las mejores. Si otros años un oriciu traía dos o tres castañas buenas, esta vez sólo una. El fruto viene escaso pero eso sí, muy sabroso aunque alguna variedad como la llanisca sigue en el árbol verde", matizan estas vecinas de Huexes. Su opinión la comparte Belén San Martín, que tiene ofrecerá al público asistente al certamen unos cien kilos de castañas apañadas en sus fincas de La Roza. "El fruto no acaba de caer del árbol porque le falta maduración como consecuencia de la escasez de lluvia en el cambio de estación de verano a otoño, que es cuando está creciendo", señaló esta vecina de 75 años de edad a la que le preocupa el relevo generacional en el campo. "El certamen es necesario para mantener viva la tradición aunque la juventud ya no apaña les castañes. Antes eran un alimento indispensable para las personas y ahora se usa mucho para los animales", dijo. San Martín sostiene que el secreto para que los árboles gocen de buena salud está en "dimirlos" (varearlos) bien "porque es como una poda natural".