"Consternadas". Así se mostraron ayer las decenas de personas que llenaron la iglesia de Arriondas para despedir al exdiputado socialista Rubén Almeida, fallecido el pasado sábado en el Hospital Universitario Central de Asturias a los 39 años de edad.

Los vecinos de la localidad parraguesa de Aballe, donde Almeida ejercía como alcalde pedáneo, no quisieron perderse el funeral. "Aún no damos crédito, ha sido un golpe inesperado. Almeida era lo más bueno que había y más que trabajar por el pueblo no hizo", explicó la presidenta de la asociación cultural "Collacios de Aballe", Luisa Fernández en la que el finado ejercía como secretario. Los residentes destacaron logros como el de colocar carteles tallados en madera indicando el nombre de cada barrio de Aballe o la organización de concursos como el de pintura o el de perros mastín. "Nos llamó diciéndonos que estaba mejor, que igual el martes le daban el alta, que no nos olvidáramos de ir a recoger el premio de enrame de fuentes al certamen de la castaña. Parece imposible creer que ya no esté", señalan los lugareños que también le atribuyen el haber recuperado el antiguo oficio de la cestería a través de cursos en Aballe.

Almeida también formaba parte de la asociación parraguesa "Juego Sí", a través de la cual impulsó a los más jóvenes la pasión por el ajedrez organizando varios encuentros lúdicos en el instituto "El Sueve" de Arriondas.

El fallecido fue secretario general del PSOE en la agrupación de Parres y por eso el equipo de gobierno socialista, con el alcalde Emilio Manuel García a la cabeza, acudieron a dar el último adiós al joven, que con su empeño logró que en 2013 Aballe lograra el premio "Pueblo ejemplar".