La visita que Javier López Ferrer, vecino de Güerres (Colunga), hizo hace dos años al orfanato Mugabekazi Wingo, en Burundi, cambió su umbral de pobreza. A su vuelta decidió, junto con otras tres personas, crear una organización sin ánimo de lucro "para ayudar a reconstruir y a hacer viable y sostenible el orfanato. Así nació el proyecto 'Axuda a Burundi'". Hacen una recogida de fondos para enviar, según las prioridades del centro, tres palés de leche en polvo. El orfanato está en la provincia de Gitega y tiene al padre Léopold Niyintunzeen a cargo de 57 niños menores de cinco años, de los que nueve son bebés de menos de un año.

"Casas de adobo, sin ventanas, con techos de chapa, de paja o de plástico, camas (por llamarlas de alguna manera) hechas de troncos y trapos, donde los bebés estaban hacinados, sin agua potable, sin saneamiento, la cocina es un lugar donde hacen fuego?." relata López Ferrer. Estuvieron en septiembre y un mes después "la situación política del país provocó la salida de todos los cooperantes europeos y empezaron las matanzas". Burundi debe su nombre a la traducción de Urundi Rwanda, la otra Rwanda, y es, "según el Banco Mundial, uno de los cinco países más pobres del mundo". La ONG alemana "Helping Hands e.V., Nagold" les ofreció el espacio de tres palés en un contenedor que ellos enviarán a mediados de diciembre. "Después de hablar con el padre Leopold le hemos dado prioridad a los botes de leche en polvo del número 1 y 2. Si queda espacio enviaremos también ropa, jabón y alimentos", concluye López Ferrer antes de agradecer a todas las organizaciones que están colaborando con la causa.