"Pretendo lograr el reconocimiento de nuestra cultura ribereña que algunos se empeñan en negar y reivindico que la voz de los ribereños sea escuchada y tenida en cuenta por la administración a la hora de tomar decisiones", dijo este pasado sábado, en la Casa de Cultura Benito Pérez Galdós, en Arriondas (Parres), Ángel Lueje Corral durante el homenaje que le tributó la Sociedad de Pescadores "El Esmerillón", dentro del marco del XXI Memorial Manuel Martínez El Gordo.

"Porque entiendo que si alguien está capacitado e interesado en armonizar el disfrute de la pesca con la conservación y mejora del río, es el ribereño", añadió el agasajado, que fue maestro durante cuatro décadas en el colegio Las Arenas, en Cabrales.

Ángel Lueje Corral fue distinguido como "Personaje ejemplar" por el colectivo de pescadores que preside Francisco Antonio Caldevilla Pérez ("Antón el Cuatro"). Nacido en La Vega los Caseros, frente a Villanueva, al lado del río Sella, creció entre ribereños "escuchando embelesado sus conversaciones y mirándolos pescar con esa facilidad que en ellos es habitual", recordó. Lueje, que colabora en la subasta del campanu del río Sella y también en la Fiesta del Pescador, eventos organizados por "El Esmerillón", junto con el Ayuntamiento de Cangas de Onís, cuenta 66 años y está jubilado.

Una de las gratas sorpresas del cumplido corrió a cargo del alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, quien subió al estrado para entregarle una placa conmemorativa, en este caso del Ayuntamiento cangués, por su labor desinteresada a la hora de ser partícipe en cuantos actos, tanto culturales o festivos, se desarrollan en la ribera del Sella. Entre los asistentes al evento estaban la diputada popular Marifé Gómez; el regidor de Parres, Emilio García Longo; y la edil de Cultura en el Ayuntamiento de Cangas de Onís, Mónica Gutiérrez, entre otros.

Posteriormente tuvo lugar una charla impartida por el biólogo Rafael de Garnica Cortezo, miembro de honor del Colegio Oficial de Biólogos de Castilla y León, además de doctor en Biología por la Universidad de León (1983), bajo el título "Las plumas en el montaje de moscas para la pesca". Una vez finalizada, los asistentes se trasladaron a Cangas de Onís para disfrutar de un vino español que puso colofón al XXI Memorial Manuel Martínez El Gordo.