Los vecinos de la localidad piloñesa de Cardes claman por el arreglo de su antigua escuela. Los residentes organizaron el domingo una sextaferia para limpiar la construcción, muy comida por la maleza, y conocer así el estado real de deterioro del edificio. Con ayuda de "traentas", podadoras y hasta un tractor hicieron frente durante toda la mañana a los escayos que tupían ventanas y techumbre. El resultado de sus pesquisas, aseguran, fue desolador: el tejado registra goteras como puños de grandes y amenaza con derrumbarse. Por eso la junta vecinal exige al Consistorio su reparación inmediata.

La construcción cayó en desuso cuando los niños de Cardes comenzaron a recibir su educación en el colegio de Infiesto. Ahora los vecinos urgen una rehabilitación por completo de una planta para convertirla en un centro social -del que ahora carecen- para poder reunirse o guardar los materiales de la traída del agua que ellos mismos gestionan.

"En el concejo se está llevando a cabo una campaña de reparación de escuelas y no entendemos cómo esta no es una prioridad", explica la junta vecinal. Algunos lugareños se mostraron incluso partidarios de sufragar con dinero de sus bolsillos parte de la obra municipal.

Por su parte, el alcalde piloñés Iván Allende confirmó que el Ayuntamiento trabaja en el proyecto técnico para reparar el tejado del edificio. La intención del Consistorio es la de ejecutar en una primera fase, a ser posible antes de que concluya el año 2017, una obra para asegurar la techumbre, muy dañada, y evitar así daños mayores en la estructura del edificio. Para una segunda fase quedaría pendiente, por la escasez de recursos económicos, la rehabilitación del interior de la construcción, según explicó el regidor. Los vecinos ya han impulsado con sus recursos varias obras de mejora en Cardes, la última el pasado septiembre, cuando inauguraron la restaurada ermita de la Visitación.