José Luis García Fernández, "Fifu", de 48 años, rezuma canguesismo por todos los poros de su piel. Desde que tiene uso de razón ha estado vinculado a cuantas actividades suelen desarrollarse en la localidad. Canguesismo unido al corazón de la calle San Pelayo, en pleno centro de la ciudad, aunque, anecdóticamente, haya nacido en Saint Josse ten Noede, concejo de la región de Bruselas (Bélgica), donde residían en aquel tiempo sus progenitores, Josefina Fernández Díaz ("Fifi, la peluquera"), oriunda de Ortigueru (Cabrales) y José Luis García Fernández -mismo nombre y apellidos que su hijo), éste natural de Tuílla.

A los pocos meses de nacer, ya se trasladó a Cangas de Onís, junto a su familia. Estudió en las Escuelas Públicas Vázquez de Mella, salvo el tercer curso de Primaria, que cursó en la Escolanía de Covadonga, estando al frente de la misma, en calidad de director, don Leoncio Diéguez. Concluida la Primaria, siguió en el Instituto Rey Pelayo, hasta 1º de BUP. A partir de ahí, aparcó los libros y se lanzó al mundo laboral.

Con 16 años empezó de pinche de la construcción. Después, probó en el sector de la peluquería, una vez que logró sacarse el título en una academia ovetense, pero no acabó de asentarse entre rulos, peines, tijeras, secadoras y demás utensilios. Se decantó por otros campos: guía de montaña; operario de limpieza de montes en el otrora parque nacional; miembro de retén de mantenimiento del MOPU en las carreteras N-625 y N-634; y monitor del polideportivo, entre otras.

José Luis García -segundo de cinco hermanos- también desplegó bastante actividad en pubs de la ciudad -La Habana, Los Corrales, Aguanta la Mula, El Gaviotu...- trabajando de camarero y hasta pinchando música. Hubo un periodo en el que pasó de asalariado a empresario, junto a su hermano Fredy, al hacerse cargo del establecimiento que denominaron McFifus. Más adelante, tras la dilatada experiencia en el gremio de la hostelería local, dio un gran cambio profesional, pues se metió en el de la carpintería, primero con los hermanos Bulnes y después con Sergio Trespando.

Llegó un momento en el que se especializó como colocador de parqué flotante. "Habré colocado más de 20.000 metros, aquí, en Cangas", dice. Como a otra mucha gente, también le afectó el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Actualmente, desde hace casi un lustro, trabaja en la sidrería El Ovetense, regentada por otro de sus hermanos, Isaac, cómo no, en la populosa calle San Pelayo. Se defiende francamente bien entre fogones, en tareas de ayudante de cocina, y se le dan de maravilla preparar platos como los callos o el hígado encebollado.

Practicante de multitud de disciplinas deportivas, se inició en las categorías inferiores del Cánicas AC, con Rolando Gutiérrez y Tinón, el de La Imprenta, como monitores en aquella época. Asimismo, probó en el boxeo, ya que solía acudir con un primo (Pedro Inguanzo) a entrenar al Club Box de Arriondas, pero nunca llegó a combatir federado. Además, fue campeón de Asturias de pelota vasca, en la modalidad de mano por parejas, formando dupla con Manuel Jesús Miyar, en tiempos del manomanista riojano Heliodoro Moreno como monitor de El Frontón de la Jira. Incluso llegó a ser uno de los pioneros del culturismo en Cangas, junto a Ramón Peláez, entrenando en el "chamizu" del Club Sirio.

Sin embargo, lo que más le tiró siempre fue el balompié, militando en el Cánicas AC en la única temporada que jugó en la Tercera División. Tambien jugó en otros clubes de la comarca, en regional, como el Arenas del Sella, CD Cabrales y Fortuna de Villamayor. Poco más tarde se decantó por el futbol-sala, en el Güeña de Cangas de Onís.

Entretanto, toda vez que libró "por excedente de cupo" del servicio militar, tuvo tiempo para disfrutar de otra de sus pasiones: disfrazarse en los Carnavales, tanto en Cangas como en otras localidades -acaparando infinidad de premios y galardones- y hacer vibrar al nutrido colectivo "Los Botijos" en la Fiesta de las Piraguas de Asturias (Freddie Mercuri, Tina Tarner, Alaska, Shakira, Pamela Andersson, Liza Minnelli?). A ello deben unirse las actuaciones como un integrante más de la antroxera orquesta local "¡Vaya Panorama!". Por cierto, la única vez que falló a Las Piraguas fue en 2012, al coincidir la fecha con el nacimiento de sus gemelos: Antonio y Luis.

Del mismo modo colabora con la Cabalgata de los Reyes Magos de Oriente -antes como Baltasar y ahora representando al Rey Gaspar-, así como con la Cofradía de la Calle San Pelayo -mano a mano con "Celsín el de La Sifonería", sin desmerecer a otros integrantes de la misma-. Por si fuera escaso bagaje, pertenece al Coro Mixto "Peña Santa", antaño con Ramón A. Prada Vicente y en la actualidad dirigido por Jesús Miguel Gómez Pellico. Es alumno de la Escuela de Música de Cangas, donde aprende a tocar el bajo, la batería y la guitarra. Y es un empedernido devoto de San Antoniu: acaba de asumir la presidencia de la Sociedad de Festejos de Cangas.