Pocos eran los familiares y amigos de Eduardo Díaz Herrero que ayer podían contener las lágrimas. El fallecimiento del pastor de Tielve, de 45 años, la tarde del pasado lunes, tras despeñarse por un desnivel de 30 metros de altura en la zona de La Escampada, situada entre Tielve y Poncebos, cuando se encontraba cuidando las cabras, tiñó de luto la localidad cabraliega. "Estamos totalmente destrozados", aseguraba un pariente de Díaz Herrero. La mala suerte es citada por cuantos le conocían al explicar lo sucedido.

"Conocía la zona como la palma de su mano. Había pasado por allí miles de veces", repetía un primo. El pastor había salido de Tielve a primera hora de la tarde para dar cuenta de las casi 125 cabras que tenía. Sobre las 19.30 horas, al ver que no regresaba, sus familiares comenzaron a impacientarse. A las 20.30 horas dio comienzo un operativo de búsqueda en el que tomaron parte decenas de personas y los miembros del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM). Su cadáver fue encontrado al filo de las 21.30 horas con dos fuertes golpes en la cabeza. Bajaba del monte junto a dos cabras atadas, una de las cuales murió junto a él como consecuencia de la caída, quedando la otra malherida.

Un tirón de los animales que pudo desequilibrarle, un resbalón o un tropiezo con las cuerdas, ha podido ser la causa del fatal desenlace, según sus allegados. Eduardo Díaz Herrero era integrante del Consejo Regulador. Vendía la leche que producía a la quesería El Colladín, propiedad de su familia y en la actualidad alquilada a Celia Rojas Orellana.

Javier Díaz Suárez, primo segundo del pastor fallecido, fue una de las personas que salió en su búsqueda. "Al ver que no venía nos preocupamos y movilizamos a la gente. Era un pastor muy experto, muy buena persona y muy trabajador y bromista. Siempre estaba ahí para hacer un favor. Lo ocurrido es una desgracia", dijo.

"Siempre estaba de buen humor y tenía mucha paciencia. Nos criamos juntos. Su pasión eran las cabras", aseguraba entre sollozos su también primo segundo José Ángel Herrero Ballesteros.

Celia Rojas Orellana regenta desde hace nueve meses la quesería El Colladín. Eduardo Díaz Herrero era su proveedor de leche. "Era una maravillosa persona y siempre estaba gastando bromas. Éramos un equipo. Yo hacía el queso y él me proporcionaba la leche. Me enseñó a hacer muchas cosas. Es un golpe muy duro para todos pues era muy querido y muy serio trabajando". El funeral por Eduardo Díaz Herrero tendrá lugar hoy, en la iglesia de Tielve.