Los Reyes Magos llegaron ayer en barco al muelle de Ribadesella, donde fueron recibidos por decenas de niños que los esperaban con expectación. La cabalgata partió del paseo Príncipe Letizia y en la iglesia de Santa María Magdalena Sus Majestades de Oriente hicieron una parada para adorar al Niño Jesús. En la comitiva real formó parte también la carroza del Príncipe Aliatar y otra repleta de regalos para los niños riosellanos. Los Reyes repartieron caramelos durante todo el recorrido hasta llegar a una carpa ubicada en la plaza Nueva, donde atendieron a los más pequeños en persona y recibieron las últimas peticiones antes de la mágica noche, informa C. CORTE.