Un delfín mular de tres metros y veinte centímetros de longitud apareció ayer muerto a primera hora de la mañana en la llanisca playa de Toró. La gran masa del cetáceo llamó la atención de un gran número de curiosos que a lo largo de la mañana se acercaron al arenal para verlo. El animal, según la primera inspección llevada a cabo por un técnico de la guardería de Medio Rural del Principado, llevaba pocas horas muerto. Todo indica que su deceso se produjo por causas naturales. En la jornada del domingo apareció, también muerta, una marsopa en Lastres. El delfín mular es una especie muy común en el Cantábrico.

Fueron varias personas que paseaban por las inmediaciones de la playa llanisca al filo de las nueve de la mañana quienes se percataron de la posición del cetáceo. Una patrulla de agentes de la Policía Local hizo acto de presencia en la playa y activaron el protocolo para estos casos. El mar depositó el cuerpo del cetáceo junto a las rocas de la playa. Fue un técnico de la guardería desplazado quien en compañía de otra persona lo sacó del agua.

El coordinador del Cepesma, Luis Laria, aseguró en la tarde de ayer que el 80 por ciento de los cetáceos muertos que aparecen a lo largo del año en Asturias, lo hacen en esta época del año. La muerte del 55 por ciento de los mismos se debe a capturas accidentales por artes de pesca. El Ayuntamiento de Llanes sacó al animal de la playa a primera hora de la tarde, haciéndose cargo del mismo una empresa especializada tras extraerse del mismo un diente para analizar la edad la edad del ejemplar.

Además de en Llanes y en Colunga en los últimos días han aparecido cetáceos varados muertos en la costa de Villaviciosa, Tapia de Casariego y en Cabo Busto.