San Antón desplegó ayer en la localidad riosellana de Cuerres la generosidad de sus feligreses. La de unos para realizar las donaciones que cada año, tras la misa y la procesión, se subastan en la carpa; y las de otros para pujar por una gama de productos únicos e irrepetibles. La "puya" de ayer estuvo conducida por Ramón Blanco San Miguel por tercer año consecutivo y protagonizada especialmente por sus altos precios y por los animales. No por los que se bendicen, sino por los que se comen: una lubina de 5,8 kilos donada por José Bautista Gonzalo Hevia, del restaurante Casa Tista, de Toriellu, se marchó con Pedro del Campo Bermúdez, de la localidad llanisca de Llames de Pría, quien pagó 140 euros por el pez.

"Me gusta apoyar a las fiestas", explicó el comprador antes de avanzar que el pescado se iba a comer para la cena en el restaurante La Pumarada de Llames de Pría. Otro emblemático negocio de la zona, los almacenes Casa Atanasio, donó varios pitos, y Manolo "el Perce", unos xáragos. Pastas caseras, un aguacatero y licores completaron una subasta marcada por el tiempo soleado y las ganas de fiesta en el año recién estrenado.

El Grupo de Gaitas "Principado" amenizó la sesión vermú con música del país, y también hubo bailes regionales, así como romería y verbena con "Nueva Sensación".