El Parque Nacional de los Picos de Europa esconde en sus entrañas una riqueza kárstica única en el mundo. Así lo afirman los investigadores Montserrat Jiménez y Daniel Ballesteros, que confían que el estudio que ayer presentaron en Cangas de Onís sobre un par de cuevas próximas a los Lagos de Covadonga sirva para extraer el potencial turístico de este recurso.

El proyecto "Caracterización geomorfológica y geocronológica de cavidades kársticas en el Parque Nacional de los Picos de Europa" (Geocave) -al que esperan dar continuidad una vez encuentren financiación- destaca el valor el patrimonio geológico vinculado a estas cuevas, poco conocidas hasta la fecha.

Los investigadores aseguran que lo que más les costó del trabajo, que se desarrolló durante los últimos cuatro años en la parte asturiana del enclave protegido, fue precisamente la elaboración de un vídeo divulgativo que acercara los hallazgos científicos al gran público. El audiovisual, de cinco minutos de duración, se estrenó ayer en el centro de recepción de visitantes del parque, Casa Dago.

El estudio pone de manifiesto la diversidad única de las galerías, especialmente las horizontales, donde entre 225.000 y 145.000 años atrás se depositaron sedimentos de ríos subterráneos que se formaron por la erosión de las areniscas que cubrían entonces las calizas del parque. En el mismo colaboraron el científico titular del CSIC, Santiago Giralt (Instituto de Ciencias de las Tierra Jaume Almera, de Barcelona), y la jefa de Unidad del Instituto Geológico y Minero de España en Oviedo, Mónica Meléndez, además de varios especialistas de la Universidad de Oviedo.