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DANIEL BALLESTEROS | Geólogo e impulsor de un estudio sobre las características de las cuevas en el parque nacional de los Picos de Europa

"En los Picos de Europa queda mucho por hacer a nivel científico"

"Se podrían estudiar fórmulas para que el agua llegase a las fuentes de los ganaderos que están secas en zonas altas"

Daniel Ballesteros. C. CORTE

Daniel Ballesteros Posada (Vigo, 1985) no es un doctorado en Geología al uso. Su pasión por la espeleología lleva a este investigador de la Universidad de Oviedo a conocer de primera mano las cuevas subterráneas que estudia. Dos de estas cavidades, la de la Torca la Texa y el Frailín de Camplengu protagonizan su estudio sobre características geomorfológica y geocronológica de cavidades kársticas en el parque nacional de los Picos de Europa, poco conocidas hasta la fecha.

-¿Por qué decidió investigar sobre las cuevas de los Picos?

-Mi afición por la espeleología es el motor principal. En los Picos hay mucha actividad en este sentido: se conocen 3.700 cuevas, hay 410 kilómetros de cavidades exploradas y cada año se descubren entre ocho y diez más. Aunque son un icono a nivel mundial noté que estaban poco estudiadas y vi que ofrecían una oportunidad para sacar información tomando como referente a un geógrafo inglés de los años ochenta y a un grupo madrileño de los ochenta y noventa del pasado siglo.

-¿Qué novedades presenta su estudio frente al de sus antecesores?

-La novedad es el método de trabajo combinando técnicas científicas y espeleológicas -con ayuda del Grupo Polifemo de Oviedo- que ha permitido resultados como los primeros mapas científicos de cuevas subterráneas del parque nacional. Obtuvimos 30 dataciones por el método uranio-torio y 9 por el método de luminiscencia óptica estimulada, que permitieron medir desde cuándo los granos de cuarzo que están en las cuevas han dejado de recibir los rayos del exterior de la tierra.

-¿Cuáles son los objetivos del proyecto?

-El proyecto, que se desarrolló en los últimos cuatro años gracias a la financiación del Organismo Autónomo de Parques Nacionales y el Ministerio de Agricultura, busca conocer cómo es la geomorfología, las edades de las cuevas y los procesos que condicionaron su evolución. No sólo eso. También transmitir esos conocimientos al parque y a la sociedad en general. El proyecto contó con unos cuarenta mil euros pero obtuvo grandes resultados gracias a que lo desarrollé en el marco de mi tesis con una beca Severo Ochoa que me permitió dedicación casi exclusiva.

-¿Qué pasos siguen para transmitir ese conocimiento?

-Por un lado elaboramos un catálogo de formas de las cuevas: estalactitas, estalagmitas... que deja de la gran geodiversidad existente. Por otro, hicimos una animación infográfica que por primera vez se presentó en el centro de interpretación Casa Dago de Cangas de Onís el jueves y que permite a todos los públicos entender qué son las cuevas y los resultados del proyecto.

-¿El trabajo tiene aplicaciones directas que ayuden a mejorar la gestión del parque nacional de los Picos de Europa?

-Creo que sí porque para poder conservar algo primero hay que conocerlo. El parque no tiene capacidad para entrar dentro de las cuevas pero nosotros sí y le contamos cómo son y cuál es su valor, además de proporcionar infografía para el visitante. El paisaje de los Picos es bonito pero el subsuelo tiene más importancia, que pasa desapercibida porque no se puede apreciar a simple vista.

-¿Y para el turismo?

-El turismo en cuevas no se contempla en el parque, está restringido a grupos científicos y de espeleólogos aunque al año vienen cientos y también tienen su impacto en la economía pues comen, duermen y contratan servicios en la zona. No es comparable con los que hacen la ruta del Cares pero todo suma.

-¿Ha servido su investigación para derribar algún mito?

-Existía la idea previa de que los glaciares de los Picos habían condicionado la formación de las cuevas pero nosotros hemos visto que eso es poco probable ya que la mayor parte de ellas son más antiguas pero aunque no hayan condicionado los conductos sí determinaron los depósitos.

-¿Dará continuidad a la investigación en los Picos?

-Mi intención es esa pero hace falta financiación y en estos tiempos es difícil conseguir dinero para la investigación y contratación de gente joven.

-¿Por qué es importante seguir investigando allí?

-En los Picos hay trabajo para muchos años y a nivel científico queda mucho por hacer. De momento sólo tenemos dos cuevas pero habría que comprobar si el modelo evolutivo se cumple en el macizo central y oriental y hacer un modelo más detallado. Sería interesante desarrollar el tema de la utilización de cuevas por parte del hombre prehistórico y de pastores que hacen quesos, relacionándolo con las aguas subterráneas. Hay un acuífero kárstico importante y se podrían estudiar fórmulas para que el agua llegase a las fuentes de los ganaderos que ahora están secas en la zona alta.

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