Acabar con los mitos sobre la disfunción eréctil de los hombres y la incontinencia urinaria de las mujeres e informar sobre sus causas y soluciones son los objetivos que persigue la charla que el urólogo y andrólogo salmantino Luis Castellanos González ofrece mañana, a las 19.30 horas, en la Casa de Cultura de Infiesto.
-¿La gente tiene pudor a tratar estos temas?
-Sigue habiendo vergüenza. La incidencia de la incontinencia urinaria en mujer de 40 a 50 años es del 49 por ciento pero lo ocultan por pudor, porque consideran que como su madre ya tuvo el problema es normal y no se tratan salvo en casos severos.
-¿Cuáles son sus causas?
-Son múltiples pero viene muchas veces tras los partos o la llegada de la menopausia. Afortunadamente cada vez hay más tendencia a hacer rehabilitación posparto y el fortalecimiento del suelo pélvico para evitarlo.
-¿Tiene solución?
-Tenemos un láser de dióxido de carbono que mejora muchísimo el problema en el 80 por ciento de los casos cuando el problema es leve o moderado, evitando que la mujer pase por quirófano. El láser produce regeneración en el tejido con un tensado de las estructuras en dos sesiones, que se efectúan con entre cuatro y seis semanas de diferencia y son indoloras porque se aplica una crema anestésica. Conviene mandar un mensaje de optimismo porque son problemas que tienen trascendencia en la calidad de vida pero que se pueden resolver de manera sencilla.
-En el caso de los varones ¿Hay más "gatillazos"?
-Hay más disfunción eréctil porque los hombres mayores quieren disfrutar de su vida sexual por más tiempo y a veces tienen problemas de salud como diabetes o la tensión arterial elevada. Lo sufren un 60 por ciento de los hombres de 50 y 70 años en el mundo. Con la crisis se nota que hay hombres jóvenes que por connotaciones emocionales derivados por ejemplo de problemas laborales tienen problemas pero son causas psicológicas que se tratan en Salud Mental.
-¿Esa disfunción eréctil se puede combatir?
-Además de pastillas como la viagra existen alternativas eficaces como la aplicación de ondas de choque de baja intensidad que mejoran la producción de vasos sanguíneos en el pene. Es tratamiento ambulatorio en cuatro secciones, una vez a la semana durante un mes, que no duele y no tiene efectos secundarios.
