En Llanes han tenido su particular notario del mar. Más bien, notario de las desgracias en el mar. Lorenzo Anca Freire, gallego de Cabañas y afincado en el concejo tras casarse con la llanisca Sagrario Guerra, anotó con todo lujo de detalles, desde el 9 de abril de 1905 al 24 de agosto de 1916, las incidencias acaecidas en la costa. Así surgió el particular diario del que fuera jefe de la Brigada de Salvamento de Náufragos de Llanes y cabo mayor del puerto a comienzos del siglo XX.

Ahora, esta joya bibliográfica reposa en la cofradía de pescadores Santa Ana. El periodista y recuperador de patrimonio histórico local José Antonio Anca entregó ayer al patrón mayor, Ángel Batalla, el citado diario de Lorenzo Anca Freire, su abuelo. Junto a éste, también entregó el libro personal del torrero escrito por José María Llanderrozos Paraje, también de principios del siglo XX. Las donaciones del periodista son de carácter personal.

Entre las distintas desgracias que Lorenzo Anca enumera, destaca sobre manera los datos que aporta acerca del hundimiento, el 14 de abril de 1905, del barco de vapor "Pedrosa" frente a la zona del Palu de Poo. La embarcación iba cargada de cobre y su hundimiento causó un gran impacto en la sociedad llanisca. Anca Freire recibió una medalla en reconocimiento por su labor en el rescate de la tripulación del barco.

El autor del diario murió en 1916 en una acción heroica al empeorar la pulmonía que padecía por empeñarse en participar en un rescate de una embarcación en dificultades. "El diario es un legado de mi familia. Lo dono a la cofradía porque sé que es un lugar donde lo cuidarán y lo mimarán. Espero que el Ayuntamiento se anime también a donarles parte del material que estaba en el Aula del Mar", dijo ayer su nieto. El libro personal del torrero José María Llanderrozos ofrece abundantes datos sobre el funcionamiento del faro de Llanes y las incidencias que tuvieron lugar en este lugar entre los años 1904 y 1942. "Detalla aspectos muy técnicos sobre su funcionamiento", explicó Anca. El patrón mayor de la cofradía, Ángel Batalla, mostró su agradecimiento por la donación. "Es un orgullo y un tesoro", dijo. Los libros serán depositados en una vitrina. Se hará una copia de ambos que se pondrá a disposición de los que quieran consultarlo.