El registro del Ayuntamiento de Ribadesella gestionó el año pasado nada menos que 9.000 documentos de entrada, una cantidad que supone un 20 por ciento más que en los últimos cuatro años. Esta labor se hizo, remarcó la regidora, "con menos personal". Charo Fernández Román explicó que buena parte de estos documentos se dirigieron a Urbanismo, un departamento que su equipo va a reorganizar para que sea más eficiente. Otro servicio municipal con gran carga de trabajo es la Oficina Municipal de Información al Consumidor, que está "prácticamente colapsada" con la ayuda y la asesoría que presta por el asunto de las cláusulas suelo, la condición hipotecaria que cada vez más tribunales consideran que no se ajusta a derecho.