Un lobo apareció muerto alrededor de las 14,30 horas de ayer, entre dos coches que estaban aparcados, en la avenida de Castilla o Carretera de Cañu, en la ciudad de Cangas de Onís. Una niña de 12 años, Luana C., que regresaba del Instituto de Educación Secundaria Rey Pelayo a su domicilio familiar se percató de que había un animal tirado en la calle. En un primer momento la joven pensó que se trataba de un perro. Tras avisar a un familiar suyo, Francisco S., éste se percató de que, en realidad, era un lobo joven por lo que dio aviso a la Guardia Civil. El animal, un macho, presentaba un impacto de bala y llevaba una cuerda atada al cuello. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) lleva las diligencias del caso y busca a las personas que dejaron abandonado al animal, así como a los autores de los disparos. La autopsia determinará si, como todo indica, las balas causaron su muerte.

Es la tercera vez en los últimos meses que aparecen cadáveres de lobos en la comarca oriental de Asturias, aunque en esta ocasión, a diferencia de las anteriores, el animal no estaba mutilado. En junio del año pasado, dos policías de Cangas de Onís encontraban de madrugada dos cabezas de lobo colgadas del puente "romano" de la ciudad. Unos meses después, en noviembre, lo que aparecía era un cuerpo de lobo sin cabeza sobre un coche de la Guardería del Medio Rural, aparcado en El Portazgo, a la entrada de Arriondas. El vehículo público apareció, además, con las ruedas pinchadas.