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Asturianos a punto para rescatar

Un lastrín es miembro de "Human Rescue", colectivo con policías, bomberos y socorristas que ayudan en emergencias internacionales

Sergio Covelo, Ángel Vázquez y Rita García, en Colunga. P. M.

Son bomberos, policías, voluntarios de Cruz Roja o Protección Civil y personal de salvamento marítimo que, en lugar de apagar el receptor en su tiempo libre, encienden otro: el de la ayuda en emergencias internacionales. La asociación "Human Rescue Asturias" acaba de renovar su junta directiva y en la vicepresidencia está el lastrín Sergio Covelo, dentro de un equipo liderado por el gijonés Ángel Vázquez.

El colectivo cumplirá un año el próximo mes y ya en abril de 2016 estuvieron trabajando en las islas griegas en labores de rescate, ayudando a quienes huían del horror de la guerra. "Nuestros estatutos recogen el objetivo de operar en catástrofes y emergencias humanitarias a nivel internacional", explica Vázquez, bombero de profesión. El colectivo se traduce al castellano como "Brazos Abiertos Asturias" y se ha retirado de la costa griega porque "a raíz del tratado con Turquía llegan menos botes y los que hay los intercepta 'Frontex', la policía de fronteras de la Unión Europea". Quien así se explica es Rita García Ojanguren, natural de La Fresneda y con experiencia en ONG's, antes de que el presidente añada que en la actualidad están "empezando a preparar voluntarios para intervenir en terremotos en países donde lo necesiten". Entre los posibles destinos de los rescatadores asturianos puede haber países que no tengan los medios y las infraestructuras necesarios para hacer frente a este tipo de catástrofes o que sí las tengan pero se vean desbordados. "Iremos a cualquier sitio donde podamos ser necesarios", apunta Covelo, técnico superior de navegación y transporte marítimo y socorrista.

El retén de voluntarios con el que cuenta "Human Rescue" (todos especializados en alguna dimensión de la intervención en catástrofes y emergencias humanitarias) está formado por entre cuarenta y cincuenta personas de toda la región. En el caso de terremotos y otras catástrofes la consigna es actuar "muy rápido", pues "es en los primeros cuando todavía se puede ayudar". Esta clase de incidentes son, además, operaciones "viables" para la asociación, pues no suelen prolongarse mucho más de una semana. Prestan una ayuda "muy profesionalizada", califica García, quien sabe por su experiencia anterior en organizaciones solidarias que "no es muy habitual encontrar gente tan especializada" . ¿Qué les dan a estos profesionales para que, no contentos con exponer su integridad en su trabajo, acaben la jornada y continúen haciéndolo?. "Es algo vocacional, lo haces porque te gusta y quieres ayudar", explica el presidente antes de que Covelo apunte cómo están "preparados para ello. Es tu trabajo y además es necesario que vaya alguien", añade.

Su financiación es privada, a base de donaciones, aunque en el proyecto en la costa griega participaron los ayuntamientos de Gijón, Langreo, Llanera y Candamo, pero lo usual es que costeen sus gastos con lo que aportan los socios (figura diferente a la de voluntario, colabora con una única aportación de veinte euros al año) y otros donantes. Los materiales que emplean suelen ser caros, así como los desplazamientos, y además de fondos económicos necesitan una pata más para completar el equipo. "Ojalá se unieran sanitarios. Estaría bien que con cada equipo fuera, por lo menos, uno", desea Sergio Covelo. Conscientes de que el proyecto "todavía está empezando", quieren aportar su experiencia y conocimiento para ser ese brazo abierto que, por desgracia, todavía mucha gente necesitará.

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