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Madera de ganador en Piloña

Hugo Sánchez, estudiante de carpintería del Centro de Formación Profesional El Prial de Infiesto, se clasifica para las Olimpiadas nacionales de ebanistería

Hugo Sánchez trabaja la madera en el Centro de Formación Profesional El Prial de Infiesto, ayer. CRISTINA CORTE

Hugo Sánchez Villa posee, a sus 17 años, la habilidad de convertir bloques de madera en obras de arte. Por eso, este estudiante de segundo curso de Carpintería y Mueble en el Centro de Formación El Prial de Infiesto, será el encargado de representar por primera vez a Asturias en la modalidad de ebanistería en las Olimpiadas nacionales que se celebran en Madrid los próximos 1, 2 y 3 de marzo.

Su destreza con los formones y el serrucho chino quedó demostrada ya el pasado día 13 en la prueba autonómica desarrollada en Gijón. Sánchez fue entonces el único participante capaz de elaborar una bandeja de desayuno de madera en el tiempo establecido por la organización.

El reto ahora es mayor pero para superarlo cuenta con el "apoyo incondicional de compañeros y profesores", afirma este joven de Pola de Siero. Su mentor, Benjamín Suárez, confirma que la prueba "es complicada porque hay nivel" pero confía en las posibilidades del alumno, al que acompañará en su periplo por la capital española. "Estamos muy orgullosos y seguros de que dejará al centro y a Asturias en un buen lugar", apuntó. Suárez hizo hincapié en los beneficios que este tipo de actividades proporcionan a los participantes. "Abre el campo de visión. Conocen otras técnicas y formas de trabajar. Es una oportunidad única", señala. No es la primera vez que un alumno de El Prial se clasifica para las Olimpiadas nacionales.

En 2009 Miguel Cubillas logró el oro en Madrid y un año más tarde se impuso en el campeonato europeo. Una hazaña que Sánchez, que se confiesa "un poco nervioso", podría repetir en corto espacio de tiempo e incluso participar en el mundial que se celebra en Abu Dhabi. Su receta para alcanzar el éxito: "constancia, dedicación y mucho trabajo diario", confiesa. Por eso en los días previos a la competición planea quedarse interno para trabajar junto a su profesor la mejor metodología para elaborar las estructuras que le soliciten.

Aunque Sánchez desconoce por ahora qué tipo de pieza le tocará diseñar en las Olimpiadas nacionales, barrunta que lo más probable es que al igual que en las últimas ediciones se trate de una mesilla de noche, con puerta y cajón. "Lo más difícil es que al final encaje todo", explica el joven, que durante los tres días que dura la prueba empleará una media de ocho horas diarias en la construcción del mueble.

A Sánchez la pasión por la carpintería se la transmitió su abuelo paterno, José Manuel. "Entre él que era aficionado a trabajar la madera y un vecino que se dedicaba profesionalmente a ello me metieron el gusanillo", cuenta el joven, que ya de niño elaboraba sus propios cuchillos de madera con ayuda de una navaja. "Al acabar la ESO me metí en FP y ya aprendí a hacer cajones de madera, puzzles o un mostrador de oficina", celebra.

Su sueño es trabajar en alguna empresa del sector y ahorrar lo suficiente para montar su propio negocio una finalice sus estudios. Madera para ser carpintero le sobra.

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