Los hombres del Sidrón cobraron ayer vida para desfilar por las principales calles de Infiesto. Lo hicieron encarnados en los alumnos de 5.º y 6.º curso del colegio público, que se disfrazaron de neandertales para celebrar el Antroxu por todo lo alto. El Carnaval del centro piloñés fue todo un alarde de asturianía y sirvió para poner en valor los numerosos recursos locales con los que cuenta el concejo. Así, los niños de infantil se caracterizaron como avellanas por ser este el fruto típico de Piloña, mientras que los de 1.º y 2.º curso optaron por simular a los caballeros y escuderos de Don Pelayo. Por su parte, los de 3.º y 4.º rindieron su particular homenaje a los asturcones, caballos autóctonos que prácticamente llegaron a desaparecer en el concejo, disfrazándose como "Lotu", el ejemplar que permitió la recuperación de la raza.

El desfile lo abrieron los padres de los niños con Pablo Pumarada al frente que, equipados con instrumentos como tambores, recorrieron la capital piloñesa vestidos de tritones. Tras el pasacalles y el pregón, los jóvenes repusieron fuerzas en el patio del colegio con una chocolatada.